En el Mercado Artesanal de Ambato, los comerciantes arman un pesebre gigante. La idea es participar en el concurso organizado todos los años por Radio Colosal.
El ingenio y la creatividad son la clave para el nacimiento, que en este año ya no debe incluir musgo. Ellos optaron por el papel periódico pintado y decorado.
En Ambato, la Dirección Provincial de Ambiente realiza controles para evitar la comercialización del musgo para los pesebres navideños. Aquí, como en todo el país, está prohibida la venta de esta planta, así como de líquenes, helechos y barba de palo.
La semana pasada se realizó un operativo en los mercados de la ciudad. Como resultado se decomisaron 20 quintales de musgo, cinco de algas y 300 bromelias.
Alfredo Pérez, otro de los comerciantes del mayorista, explica que el papel es una de las alternativas, por ser también más económico. “Con este material es posible elaborar caminos, grutas, montañas… La imaginación nos permite crear cosas increíbles”, añade. En la capital de Tungurahua se comercializa ‘papel pesebre’ por pliegos, desde USD 2.
Juan José Franco exhibe nacimientos en la Casa del Portal. Las recreaciones están hechas con estuco, madera, granos secos, vidrio líquido, flores secas y musgo artificial. Él usa aserrín, como otra opción para complementar el pesebre. “Este es un material que es muy fácil de conseguir. Hasta se lo puede tinturar con pintura de agua”.
En los aserraderos y en los almacenes que expenden adornos navideños se pueden adquirir fundas con estos residuos. Los precios van desde los USD 0,75.
Omar Landázuri, director provincial de Ambiente, explica que parte de la población no entiende que “con la venta y compra de estos productos se afecta al ecosistema”. El musgo es, acota, una planta esencial para el mantenimiento del agua en las vertientes, ya que es capaz de guardar líquido en tiempo de escasez.
Según la Ley Forestal de Áreas Naturales y de Vida Silvestre, las sanciones para las personas que vendan estos productos son multas que van desde los 20 a los 500 salarios mínimos vitales.