En el país hay sobreoferta de taxis, pero el negocio aún resulta rentable

En Santo Domingo de los Tsáchilas la demanda crece en invierno. Y para ir a las zonas rurales se prefiere el taxi ejecutivo.

En Santo Domingo de los Tsáchilas la demanda crece en invierno. Y para ir a las zonas rurales se prefiere el taxi ejecutivo.

El taxi es un negocio rentable por lo menos, en las urbes como Cuenca y Guayaquil. En esta última, la zona de parqueo este de la terminal terrestre Jaime Roldós está llena de taxis y pasajeros durante las mañanas.

Allí, un "enganchador" se encarga de guiar a las personas y transar las tarifas y a cambio, recibe una propina. En las afueras de centros comerciales, entidades públicas y bancos, es muy frecuente el regateo de las carreras. La tarifa más económica es de USD 1,50.

En Cuenca la tarifa mínima es de USD 1,14 fijada a través de una ordenanza, pero en los últimos años pasó a 1,50. Leonardo J., quien labora desde hace 10 años, conduce 12 horas al día y gana USD 50, luego de cargar gasolina.

El presidente de la Unión de Taxistas del Azuay, Bolívar Sucozhañay, habla de un promedio de USD 30 al día, libres de cualquier gasto. "Sí hay rentabilidad y en horas pico la demanda es alta". El taxi demanda cuatro gastos principales: combustible, limpieza, mantenimiento y el sueldo de un chofer. Aparte hay otros como cambio de aceite y llantas...

Ahora, 55 000 unidades circulan en el país, de acuerdo con la Federación Nacional de Operadores de Transportes en Taxis. Pero cada año sube el número de unidades que trabajan fuera de la ley, dice el presidente del gremio, Jorge Calderón.

En promedio, Quito, Guayaquil y Cuenca tienen un taxi por cada 160 habitantes. No hay una norma internacional única, pero un estudio de la consultora japonesa Padeco estableció que el Ecuador debería tener un taxi por cada 500 habitantes para evitar la contaminación y embotellamientos.

Los taxistas quiteños como Alfonso Guerrero, de 60 años, dicen que dejó de ser una actividad tan rentable como era antes. Labora de 12 a 14 horas diarias y sus ganancias mermaron, porque los gastos subieron. Según él, hace tres años un cambio de aceite costaba USD 12 y ahora 40; lo mismo pasó con los precios de los neumáticos.

Cada día reúne USD 40, que le sirven para el combustible, alimentación y "algo lleva a la casa". La situación de los taxis ejecutivos es similar, dice Elvia Calvache, de 55 años, quien trabaja 11 horas al día en Quito. Ella por cada carrera paga 10 centavos a la operadora con la que trabaja y 83 por Seguro Social. Con todos los gastos recibe USD 450 al mes.

Calvache asegura que debe invertir en dispositivos GPS, rastreo y ciertas comodidades que un taxi ejecutivo presta, a diferencia del convencional.

Precisamente, los vehículos nuevos son más demandados. Ayer, la guayaquileña Carmen Loja, quien labora en una fábrica de muebles, acordó en USD 3 una carrera desde la terminal terrestre de esa urbe hacia el parque California. "No me gustan los taxis viejos porque no tienen aire acondicionado".

Según la Unión de Cooperativas de Taxis del Guayas, hasta diciembre, solo el 3% de las unidades del gremio -con 12 000 vehículos legalizados- tenía más de 15 años. Su presidente George Mera dice que la mayoría de taxis formales es nueva, porque los socios accedieron al proceso de chatarrización y al cambio de unidades a través del Plan Renova del Gobierno.

José Izurieta, conductor y dueño de un taxi de la Cooperativa Francisco Ycaza de Guayaquil, dice que en el 2013 adquirió una unidad nueva a través del Plan Renova porque "los carros nuevos tienen más demanda".

Pero Sucozhañay cree que este plan es limitado porque llega a 1 275 taxis del país. El mejor beneficio es la exoneración de impuestos por 5 años.

Un rubro fundamental para optar por esta actividad es el puesto en la cooperativa. En la capital azuaya cuesta hasta USD 40 000 y el nuevo socio debe cancelar otros 2 500 para el ingreso a la empresa.

Pese a esos costos, la venta de un cupo tiene demanda. El azuayo José Zumba trabaja como chofer desde hace tres años y está ahorrando porque a corto plazo comprará un cupo. "Me parece costoso, pero por experiencia sí es rentable".

En Ambato ese valor fluctúa entre los USD 37 000 y 45 000. Los socios consideran como una inversión que se recupera al vender la línea y sirve como especie de jubilación, señala el taxista Arturo Vargas.

En Esmeraldas y Santo Domingo de los Tsáchilas hay un fenómeno singular. La demanda crece en invierno y la temporada escolar. En Loja, en cambio, no hay diferenciación con el ejecutivo porque toman las carreras en las calles y tienen la misma tarifa.

En Ibarra, desde el 2011, los usuarios pueden elegir entre los servicios convencional y ejecutivo. Allí, al igual que en el resto del país, las marcas preferidas por los choferes son Hyundai, Chevrolet, Nissan…

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Punto de vista
Marcelo Vázquez, Analista económico y catedrático universitario

'Oferta crece porque es rentable'

Si en el país cada vez hay una mayor presencia de taxis, incluido los ilegales, significa que es una actividad económica rentable. Aunque se debe considerar que los taxistas tienen diferentes ingresos, porque todo depende de la población de cada ciudad. Además, se convirtió en una opción laboral para muchos profesionales, quienes al no encontrar trabajo en su área de estudios se volvieron taxistas; si no fuera rentable buscaran otras opciones.

Ahora, el uso del taxímetro es adecuado, principalmente para las urbes más importantes que tienen un flujo mayor de visitantes. En muchos casos hay abusos con la imposición de tarifas que superan lo que normalmente cancela un usuario nacional. Al establecer una tarifa con igualdad de condiciones para todos se brinda seguridad.

En contexto

Pese a que la gran oferta de taxis en el Ecuador, los conductores tienen demanda en ciudades como Cuenca y Guayaquil. Los choferes consideran como una inversión cancelar cerca de USD 40 000 por acceder a un cupo porque lo venderán cuando se jubilen.

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