[[OBJECT]]El pequeño aeropuerto de Macará (Loja) y la pista de aterrizaje de Zumba (Zamora Chinchipe) son subutilizados. En ellos se practican deportes.
De 05:00 a 08:00 y de 16:30 a 20:00, los macareños juegan fútbol o pasean en bicicletas en la pista de asfalto de 1 080 metros de longitud. Otros la utilizan como cruce peatonal.
Junto a la pista está el edificio de la Torre de Control y las oficinas de recepción de usuarios. La sala luce limpia. Hace años contrataron a Juan Riofrío para que mantuviera en orden el lugar. Él confirmó que llegan pocas avionetas particulares.
La zona donde se entregaban las maletas está pintada de grafitis y el camino hacia la pista fue deshierbado por Riofrío.
Vicente Román, presidente de la Cámara de Comercio de Macará, asegura que la pista es funcional, porque cuenta con las especificaciones técnicas en tipo de calzada y tamaño. “No hay interés de las empresas aéreas de reactivar sus vuelos desde y hacia Macará”.
En la parte frontal se mantiene el nombre del edificio Dr. José María Velasco Ibarra. También, el sello del Banco del Estado, que concedió el crédito para su edificación. Las puertas del pequeño aeropuerto se abren todos los días de 09:00 a 18:00, pero nadie ingresa.
Esta pista fue construida en el gobierno de Velasco Ibarra en 1948. TAME brindó el servicio hasta 1995, cuando hubo el conflicto bélico con Perú.
Luego, la Fuerza Aérea Ecuatoriana hizo vuelos logísticos hasta el 2004. Para el macareño Vicente Ruiz, de 63 años, el servicio aéreo es una necesidad, sobre todo para trasladar enfermos de comunidades distantes en la selva amazónica.
“Cuando los vuelos eran regulares se viajaba con facilidad, pese a que el cupo era muy limitado”, recuerda Ruiz. Según Guillermina León, de 80 años, hasta hace 15 años el servicio era constante con dos vuelos por semana. Sus hijos viajaban a Quito y Guayaquil por estudios universitarios.
El bombero Fabricio Quevedo contó que la última avioneta aterrizó en septiembre del 2013. A partir de esa fecha no ha llegado otra. “En ocasiones la utilizan como pista para aprender a conducir”.
Según el dirigente Román, han gestionado ante empresas aéreas, pero no han tenido una respuesta. Este año tienen previsto solicitar al Gobierno para que habilite el servicio.
Él propone que el servicio Tame-Amazonía, inaugurado el 7 de febrero y que operará desde mediados de marzo, se extienda a este sector. Por ahora el único vuelo definido es desde la pista de Cumbaratza.
Marlon Torres, administrador aeroportuario de Macará, dijo que la disposición de la Dirección de Aviación Civil es contar con un aeropuerto abierto y funcional de 06:00 a 18:00. Según él, son las empresas que no tienen interés de prestar el servicio en esta pista.
El funcionario indicó que los ciudadanos que hacen actividades deportivas en el lugar están capacitados para despejar el área en el momento en que una aeronave quiera aterrizar.
Previamente se activa una sirena como advertencia. Para ello cuentan con el apoyo del Batallón del Ejército acantonado en Macará, ubicado a una cuadra del aeropuerto.
Zumba, cabecera cantonal de Chinchipe, contaba con una pista funcional entre la década de los años 70 y 80.
En el 2006 parte del terreno de la pista de tierra fue utilizado para construir la terminal terrestre del cantón de Zamora Chinchipe. También se ejecutan actividades deportivas.
A inicios del mes anterior Víctor Hugo Mantilla, director de Transporte Multimodal de la Región Amazónica, visitó Chinchipe para determinar el estado de la pista.
El objetivo es que Chinchipe y el cantón Palanda cuenten con el servicio Tame-Amazonía. “Hemos traído a técnicos y un piloto para analizar el lugar que podría servir para la construcción de una pista aérea”.
El plan contempla la habilitación de 68 pistas en la Amazonía ecuatoriana, para brindar el servicio. La tarifa comunitaria es de USD 15.
En contexto
Pese a que no hay servicio aéreo en las pistas de Macará (Loja) y Zumba (Zamora Chinchipe), los encargados de las infraestructuras abren sus puertas a diario. Las pistas son utilizadas para actividades deportivas y como pasos peatonales.