Un oso con garras, una ardilla y un mamut observan a un corazón. Estos personajes de la película la ‘Era del Hielo’ forman uno de los chocolates, que se ofertan en Cuenca por San Valentín, que será mañana.
Según Julia Tamayo, propietaria de Golosinas Dikaty, todos los años preparan nuevos productos por el Día de los Enamorados porque sus clientes, en su mayoría, son jóvenes que buscan algo diferente.
Al llegar al local de Golosinas Dikaty, ubicado en el Centro Histórico de Cuenca, el aroma del cacao está penetrado en esta pequeña tienda. En sus vitrinas y en las mesas se exhiben más de 200 modelos como osos, rosas, aviones y carteras.
Tamayo, quien hace 13 años abrió el local con su esposo, dice que se ofrecen otras variedades que tienen colorantes especiales o son una mezcla del negro y el blanco. Con ello, señala Tamayo, se obtiene una gama de tonalidades, que atraen a sus clientes.
Una de ellas es Joselyn Pineda, de 24 años. Ella buscaba un regalo diferente y le llamó la atención ver una cama en la que estaban dos osos y un corazón.
Para Tamayo, febrero es un mes bueno, porque tiene que aumentar la producción de sus chocolates hasta un 80%. “Eso demuestra que los jóvenes son buenos clientes”.
Ella sonríe al contar que las mujeres son más detallistas que los hombres y no tienen reparo en comprar un detalle costoso.
De acuerdo con datos del Ministerio de Agricultura, en el país existen 100 000 familias que se dedican al cultivo del cacao en 491 221 hectáreas.
Por esa condición y por la preferencia de los clientes se incrementó el número de establecimientos que comercializan chocolates en diversos sectores de Cuenca. Ofrecen una variedad de productos cuya base es el cacao.
A pocos pasos de Golosinas Dikaty está uno de los más recientes locales dedicados a la venta de estas golosinas como es Chocolatino. Los corazones son la especialidad y hay en diferentes tamaños y colores, negro, blanco, dorado…
Para Andrea Orellana, empleada de Chocolatino, el corazón es el símbolo del amor, razón por la que atribuye que a la gente le gusta esa figura.
El cliente escoge el relleno que desea, puede ser de maracuyá, menta, licor, nuez…
También ofertan flores, budas, monedas. Son más de 100 modelos. El local de Chocolatino está decorado con madera y sus paredes de adobe tienen cajas de madera en forma de corazón. En estas se puede armar el regalo al gusto.
La selección del cacao es un proceso clave para la calidad del chocolate en este negocio. Por eso, cada seis meses su propietario, Juan Vintimilla, viaja a Manabí para adquirir la materia prima.
Uno de los productos estrella de Chocolatito es el llamado chocolate de taza, que es un bombón adherido a una cuchara de palo de 15 centímetros. Se introduce en un recipiente de leche a 32 grados centígrados y se bate por un minuto. El resultado es la bebida caliente de cacao.
En el Centro Histórico también está el local Golonova, que se abrió en el 2010. Una vitrina que da a la calle Benigno Malo deja ver una muestra de los modelos de chocolates que ofrecen, como osos en miniatura, guitarras, pianos, pitufina y más.
Al entrar al local se exhibe una infinidad de modelos por motivo de San Valentín. Se lo hace en las vitrinas decoradas.
María Vallejo es la propietaria de Golonova. Ella dice que luego de que se jubiló buscaba una forma de mantenerse ocupada y encontró en los chocolates una distracción y la manera de llegar a los jóvenes y que ellos se sientan contentos con lo que les ofrece.
Los corazones también tienen un lugar especial en Golonova. Entre los chocolates más pedidos están los portarretratos y son una opción de hacer regalos personalizados. Vallejo dice que el cliente escogerá el diseño y le agregará una frase, nombre, fecha o algún poema corto.
Las frutas con chocolates son otros de los productos que ofrece por San Valentín.