Un estudiante levanta su brazo. A dos cuadras, en la calle principal del Sector 6, en La Concordia, en Santo Domingo de los Tsáchilas, una mototaxi se acerca. Jandry Molina, de 16 años, utiliza este transporte para ir a su colegio. El conductor no se detuvo. No es la primera vez que le pasa esto. “No les gusta llevarnos porque pagamos medio pasaje (12 centavos)”.
Otro de los usuarios es Galo Cedeño, morador del barrio San Rafael. Dice que el problema es que los conductores del mototaxismo no conocen sobre atención al cliente. Él tiene 70 años. Semanalmente hace las compras para su casa en el mercado. Lleva arroz, azúcar, almidón, verde entre otros productos. “Acumulo todo en un saco. Cuando paro la mototaxi me toca subir todo ese peso. Nunca se bajan para ayudarme”. Según Fredy Aguilar, presidente de la compañía de mototaxis Comaamcor, su gremio no tiene ayuda de las autoridades. “Nadie nos ha capacitado”. Ellos firmaron un convenio con el Municipio para estipular la tarifa de los pasajes. Estos dependen de la ruta. El pasaje mínimo es de 25 centavos, pero si hace otras paradas le cuesta 50.
Molina señala que otro de los problemas de estas unidades es su estado. “A veces llego oliendo a gasolina”. En el cantón hay ocho compañías que están trabajando en la obtención del permiso de funcionamiento. José Paguay, comisario de la Unión Cantonal de Tricimotos de la Concordia (Uncatri), dice que 335 motos están en proceso de chatarrización. Llevan 6 años con el problema de la legalización.
Karla Camposano, directora de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) del cantón, dice que una vez que aprueben su funcionamiento recibirán capacitaciones y normas que regularán el trabajo de este medio de transporte que es el más importante del cantón.