En la Comisaría de la Mujer y la Familia, que se adecuó en la planta baja de la Gobernación de Loja, la actividad es intensa. Los usuarios esperan en un pasillo. Personal contratado y pasantes ayudan en los trámites. La lojana Esther V., de 45 años, llegó el lunes pasado a la Comisaría. Le acompañó su vecina para denunciar a su conviviente quien supuestamente le agredió.
Según la mujer, es la quinta vez en cuatro años que es agredida físicamente. Tiene tres hijos menores de edad, dos de su conviviente. “El sábado le di la merienda y le dije que necesitaba pagar una receta de mi primer hijo, que no es de él. Siempre me daba, aunque me insultaba. Ahora me pegó”.
A pocos metros se encontraba Marcia P., de 35 años, quien tenía vendas en su nariz. Ella labora en una institución pública. “Me golpeó contra la pared”.
Tiene dos hijos adolescentes. “Desde hace varios años me agrede física y verbalmente y no puedo hacer nada porque su familia siempre está defendiéndolo y justificándolo. Hoy me decidí porque recibí unas charlas y tomé conciencia”, dijo Marcia.
Ella cuenta que por el golpe se le fracturó el tabique y fue atendida en la Clínica San Agustín, el fin de semana pasado.
En la Comisaría de la Mujer de Loja se receptan de ocho a 10 denuncias cada día. El 80% es por agresión física.
Sin embargo, Rosa Valarezo, presidenta del Comité de Desarrollo de Mujeres Fronterizas (Codemuf), dijo que la mayoría no denuncia. “Solo el 10% de las agresiones se hace público”.
Betty Santín, comisaria de la Mujer de Loja, confirmó ese criterio. Esta dependencia tiene el apoyo del Departamento de Violencia Intrafamiliar (Devif), que está a cargo de la Policía.
Santín dijo que las personas pueden llamar al 101 y denunciar algún acto de violencia intrafamiliar y los agentes del Devif asisten al lugar y actúan.
Hay tres tipos de violencia: física, psicológica y sexual. “A diario, la mujer sufre violencia verbal y cuando la situación se agrava es violentada en los tres tipos”.
Por la gravedad de los casos y la alta incidencia, en el Hospital Isidro Ayora se inauguró la sala de primera acogida para víctimas de violencia intrafamiliar y sexual.
Según el psicólogo Pablo Tapia, hasta mediados de este mes se receptaron 84 casos. Cuatro son menores de edad y el resto por abuso sexual y físico a mujeres. La mayoría es de escasos recursos económicos. “Por lo general, las agresiones son recurrentes”.
Para Tapia, es positivo que las agredidas se decidan a denunciar “porque solo pocas presentan una denuncia pública”.
Patricia Valarezo es parte del Comité de Desarrollo de Mujeres Fronterizas. Para ella, en varias ocasiones el trabajo es infructuoso porque las víctimas retornan con sus parejas sin resolver el problema. “Por tradición, la mujer cree que debe ser sumisa”.
Uno de esos casos es el de Marcia P. No denunció y se retiró del lugar porque se arrepintió. Dijo que le dará una última oportunidad a su esposo por sus hijos.
En cambio, Esther V., sí lo hizo. Ella tiene una boleta de protección que fue expedida por la Comisaría de la Mujer y la Familia. Ahora su objetivo principal es conseguir trabajo para mantener a sus tres hijos.
Las denuncias, el procedimiento y la ayuda psicológica
Cuando la afectada plantea la denuncia, se inicia el proceso. En las investigaciones se determina si existe detención o no.
Si se sorprende en la agresión, el responsable es sancionado enseguida. En cuestión de horas se emite la sentencia. Si es el caso puede ser apresado.
Si con el diálogo no se resolvieron los problemas, hay que buscar la ayuda de un especialista.
Desde hace seis años funciona el Codemuf en Loja. En esta depedencia atienden abogadas y médicos sin fines de lucro.
La sala de acogida del Hospital Isidro Ayora de la ciudad de Loja está abierta de 08:00 a 16:30. Las emergencias son atendidas durante las 24 horas.
Para acceder a la atención, las afectadas pueden llamar a 09 361 6 194, 09 880 3806, 08 578 3187 y 2560 248.
Los hijos no tienen que presenciar las peleas o agresiones. Esta les afecta psicológicamente y los vuelve futuros agresores.
En casos de violencia intrafamiliar es preferible buscar ayuda a tiempo. Si hay algún tipo de maltrato físico o verbal, denuncie para que el agresor sea ayudado.
Si se presenta una discusión en la pareja, es mejor que la pareja se calme para luego tratar el tema.