El fuerte temporal ocasionó daños en carreteras y casas. El Chontal quedó incomunicado.
Mayo ha sido tradicionalmente un mes de lluvias ocasionales, como transición entre la época lluviosa y la seca en la Sierra y en la Costa. Pero ayer, 12 de mayo, las precipitaciones ya habían superado el promedio de acumulación de agua esperado en varios puntos del país.
Homero Jácome, del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), explicó que este incremento se debe a la influencia de masas de aire húmedas del sur de Colombia. La humedad se suma al calentamiento en las mañanas y forma nubes en las tardes y noches, que terminan en fuertes lluvias en la zona interandina y en el interior del Litoral.
Mientras en abril cayeron lluvias dispersas de baja intensidad en la Sierra norte, este mes hubo precipitaciones de moderadas a fuertes. En Ibarra, por ejemplo, se esperaba una acumulación de lluvia de 75,6 milímetros en todo mayo, pero hasta ayer llegó a 98,3. En Otavalo se calculaban 96,6, pero en los 12 primeros días del mes cayeron 178,5, según Édgar Vaca, técnico del Inamhi.
Las intensas lluvias afectaron más al valle subtropical de Íntag, en el occidente de Imbabura. Por eso, el domingo se declaró a esta zona en emergencia. Según Wílmer Taboada, gobernador y presidente del Comité de Operaciones de Emergencia, 28 familias resultaron afectadas por la destrucción de seis casas y la inundación de 20 más en la comunidad de El Chontal, parroquia García Moreno. También hubo 15 deslaves en la carretera que conecta al poblado con Cotacachi y Selva Alegre.
Los habitantes de García Moreno y Apuela hacen transbordos para movilizarse. Sortean los montículos de piedras, tierra y ramas que cubren varios tramos viales.
Un convoy de ayuda con alimentos y personal de socorro, salud y asistencia técnica salió a las 02:00 de ayer de Ibarra y llegó a Íntag a las 10:15. En la tarde se revisaba un video que se grabó en un sobrevuelo, para evaluar los daños. “No es normal que en mayo las lluvias sean intensas”, decía ayer el campesino Carlos Pérez, de la parroquia Victoria del Portete, en el sur de Cuenca. Él recuerda que antes había lluvias esporádicas en estos días.
Esta parroquia y la vecina Tarqui soportan intensos aguaceros desde el jueves pasado. Como resultado, el río Tarqui y sus tres afluentes crecieron de forma desmedida y se salieron de su cauce la madrugada del domingo. 46 viviendas se anegaron y otras 10 están en riesgo.
Manuel Plaza, de 67 años, dijo que estaba preparado para soportar el mal clima en abril, “pero fue un mes de lluvias esporádicas. Creí que ya estábamos en verano”. Los campesinos afectados sienten que el clima está cambiando y ya no pueden planificar, como antes.
El agua subió unos 40 centímetros en la casa de Plaza. La creciente se le llevó ropa, ganado menor y objetos personales. Lo mismo pasó en las viviendas de sus vecinos Tránsito Pérez, Carlos Tuba y Laura Plaza, quienes esperan que las lluvias cesen y que el sol empiece a secar los terrenos inundados.
Ana Rosa Pérez contó que en abril suelen poner el ganado en zonas un poco más altas y alejadas de las quebradas, porque es el mes de más lluvias. Pero lo que ocurrió el fin de semana les tomó por sorpresa.
Tarqui y Victoria del Portete son parroquias que se dedican a la cría de animales. Los pequeños ganaderos admiten que no estuvieron preparados y ahora el ganado sufre las consecuencias, porque no tienen pasto para comer. “Todo está cubierto por el agua y lodo. Es lamentable lo que ocurrió”.
En la Sierra centro, las lluvias de fin de semana causaron deslizamientos. En Cotopaxi, la carretera Latacunga-La Maná fue bloqueada por un deslave en el kilómetro 107, en el sector conocido como El Guango.
Asimismo, en Chimborazo, la vía Alausí-Huigra-El Triunfo se cerró al tránsito vehicular. El taponamiento de una alcantarilla provocó que 25 metros de la calzada se desprendieran.
Se prevé que el viernes, el personal del Ministerio de Transporte y Obras Públicas inicie el ensamblaje de un puente bailey en la zona.
Además, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos de Bolívar informó que la cubierta del mercado antiguo de Caluma se desplomó. No se registraron víctimas.
En Cotopaxi, la directora de la Secretaría de Riesgos, Mirian Zapata, explicó que además del deslave de El Guango hubo otros siete deslizamientos pequeños. La funcionaria explicó que se activaron los Comités de Operaciones de Emergencia en La Maná y Pangua, asentadas en el subtrópico de Cotopaxi. “La resolución nos ayudará a llegar con más maquinaria”, dijo Zapata.
Las lluvias tampoco permiten que vuelva la calma para los usuarios de la vía Alóag-Santo Domingo, en donde hubo cinco derrumbes entre el domingo y la madrugada de ayer. También hubo un cierre en la Calacalí-La Independencia.
En contexto. En sitios como Cuenca, Quito, Cotopaxi, Guayaquil, Ibarra, Otavalo o Milagro, las lluvias ya superaron ampliamente el promedio de acumulación esperado para mayo. La intensidad de las precipitaciones ha causado cierre de vías, inundaciones en viviendas y otros daños.