Guayaquil padece un alto déficit de camas

En el  Abel Gilbert.       Los pacientes de  Emergencias descansan en los pasillos por la falta de camas.

En el Abel Gilbert. Los pacientes de Emergencias descansan en los pasillos por la falta de camas.

Recorrer dos o tres hospitales para encontrar una cama se ha vuelto una rutina en Guayaquil. Los servicios de Emergencia y Hospitalización, tanto en centros públicos como privados, están saturados.

Feliciano Tumbaco esperó más de una semana para conseguir un espacio en el Hospital Abel Gilbert Pontón, en el Suburbio. Tuvo que aguardar días y noches en una silla de ruedas, pese a su insuficiencia renal crónica.

Así esperó en un estrecho cubículo junto a otros 15 pacientes. Ahí, hasta las camillas del área de necropsia son solicitadas.

Su historia solo refleja un grave diagnóstico: la falta de hospitales públicos. En Guayaquil el Ministerio de Salud no ha construido un hospital desde hace 30 años.

El último fue el pediátrico Francisco de Ycaza Bustamante, en 1985. Al día, esta casa de salud atiende a 1 600 pacientes y tiene 356 camas. A inicios de este año registró 74 106 atenciones, entre Consulta Externa y Emergencias.

El Abel Gilbert es más antiguo. Se levantó en medio del manglar en 1973. Fue diseñado para atender a 500 000 habitantes, en esa época. Hoy, según el último censo, la ciudad suma 2 526 927 habitantes. Pero el hospital no creció.

El también conocido Hospital Guayaquil es el más grande de la Costa. Atiende a usuarios de todo el país, incluso de otros países. En los dos primeros meses del año tuvo 103 127 consultas.

A pesar de su importancia nacional solo tiene 254 camas: 70 para cirugías, 48 para gineco-obstetricia, 63 en medicina interna, ocho en Cuidados Intensivos, 11 en observación de Emergencias y 30 en el área de Contingencia. Como parte de la emergencia sanitaria, el Gobierno sumó otras 20. Sin embargo, la demanda aún sobrepasa su capacidad.

El problema se extiende y abarca a toda la provincia. En el año 2000 Guayas tenía 6 570 camas, según el anuario de estadísticas hospitalarias del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos. Cinco años después pasó a 7060.

El 12 de abril, en un enlace, el presidente Rafael Correa anunció una cura a largo plazo. El motivo fue la muerte de Roberto Quimís, quien falleció después de recorrer nueve clínicas y hospitales, entre Daule y Guayaquil. En todas recibió una respuesta similar: no hay camas. El joven de 23 años murió en una ambulancia.

Como solución, el Gobierno anunció la construcción de tres nuevos centros médicos: uno con 400 camas en el sur; un dispensario para atender a 50 000 personas en el norte y un centro materno infantil junto a la Maternidad Mariana de Jesús, en el Suburbio.

Aún no se conocen fechas ni presupuesto. El Mandatario solo dijo que con estos planes “se llegará a las dos camas por cada 1 000 habitantes en Guayaquil”.

Para la ministra de Salud, Carina Vance, la ciudad requiere 1 500 camas para superar su déficit. Esta meta, dijo, se logrará a través de una alianza con el IESS.

Dirigir y concretar este plan será la misión de la nueva directora de Salud del Guayas, Mariana Pihuave. La funcionaria por ahora solo conoce que los tres nuevos centros aportarán 850 camas.

Fausto Padilla, presidente del Colegio de Médicos del Guayas, dice que el problema de la falta de infraestructura hospitalaria en la urbe es producto de una mala gestión. “Con todas las emergencias, en las que se ha gastado miles de millones de dólares, podían haberse levantado al menos unos 50 hospitales en todo el país”.

Según Luis Aldaz, presidente de la Asociación de Clínicos y Policlínicos de Guayaquil, otra falencia es la falta de apoyo a los centros, subcentros y hospitales cantonales. Cree que si estos trabajan al 100% , con insumos, medicinas y médicos, la atención en los grandes hospitales se descongestionaría. “Así solo se dedicarían a atender especialidades y cirugías; y no a curar una gripe”.

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