Mientras en el río Teaone continúan las labores de limpieza de los residuos de petróleo por parte de Petroecuador, varias instituciones y organismos de Esmeraldas han iniciado demandas en contra de la estatal petrolera.El pasado sábado, 1300 barriles de combustible se derramaron por el río Teaone en la ciudad de Esmeraldas.
El fiscal de Delitos Ambientales de Esmeraldas, Iván Corozo, abrió una instrucción fiscal. Según dijo, el petróleo regado por todo el río es la evidencia que permite iniciar este proceso.
El Municipio de Esmeraldas, a través de la Dirección de Gestión Ambiental, prepara dos demandas. Una civil que será entregada en uno de los juzgados de la Corte Provincial de Justicia y una de carácter penal que se presentará ante la Fiscalía local.
“Buscamos que haya una sanción ejemplarizadora para los responsables de estos delitos en contra de nuestro entorno, que reiteradamente se vienen cometiendo”, dijo Juan Montaño, director de esta unidad.
En el caso de la diligencia de carácter civil, se busca resarcir los daños causados a la población de la ribera del río Teaone. El monto por indemnización que se pedirá a Petroecuador no está definido. Aún se evalúan las afectaciones por cada persona.
Hasta el momento, ya se han presentado casos concretos. Dos niños del barrio Propicia 1 han presentado erupciones en la piel como síntoma de intoxicación. Fueron atendidos por una unidad móvil de Petroecuador, que llegó el lunes al sector.
Débora Chila, la madre de uno de los menores, quien vive a menos de cinco metros del río, contó que después de permanecer algunas horas observando los trabajos de limpieza, su hijo presentó picazón, fiebre, náuseas y dolores de cabeza. “Mi niño jamás se metió a bañar al río como acusaron los señores de Petroecuador, él se enfermó por el ambiente contaminado que nos toca respirar”.
El alcalde de Esmeraldas, Ernesto Estupiñán, dijo que, además, se pedirá al Ministerio de Salud que realice un estudio integral para determinar las afectaciones de la población esmeraldeña que podrían derivar de las descargas relacionadas con los hidrocarburos.
Mientras esto ocurre en la comunidad esmeraldeña, las autoridades de Petroecuador no hablaron ayer sobre los posibles despidos de los funcionarios responsables de la fuga de fuel oil, desde uno de los tanques de abastecimiento de la Refinería de Esmeraldas.
“Se está investigando para determinar responsabilidades y aplicar las respectivas sanciones”, dijo el vicealmirante Manuel Zapater, gerente general de Petroecuador, quien participó en un acto en la Refinería.
Extraoficialmente, se conoció que el tanque Y-T2501 comenzó a rebosarse aproximadamente a las 01:00 del sábado y dos operadores (tableristas) estuvieron al frente de la operación de llenado.
Ellos no comunicaron oportunamente el suceso, retrasando la puesta en marcha del plan de contingencia interno de la Refinería de Esmeraldas.
El superintendente de la Refinería, Guillermo Estupiñán, constató el derrame a las 14:00 del mismo día sábado. A esa hora recorrió la zona del canal de descargas de la refinería cuando el combustible había llegado hasta la zona de desembocadura del río Teaone y luego en el Esmeraldas.
La demora en la respuesta del personal de Petroecuador frente al derrame es señalado por el Ministerio del Ambiente, en un reciente informe.