¿Dónde es la feria del hornado?, preguntaban las personas ayer en Sangolquí. Parecía que todos los moradores de este cantón sabían la respuesta: en el Parque Ecológico Santa Clara, señalaban.“Decir hornado en esta localidad es como decir el apellido de Sangolquí, todos sabemos de este plato típico y está en todo lado, es la identidad de la zona”, explicó Fabián Iza, de la Asociación de introductores de ganado menor del cantón Rumiñahui.
Ayer, un grupo de comerciantes de este producto se reunió en el sitio para participar del festival que fue organizado por el Ministerio de Cultura y por el Municipio de Rumiñahui.
Como no podía ser de otra manera, en la mitad del área designada para el programa estaban dos chanchos hornados de más de dos metros de largo. Tenían el cuero tan reventado que parecían inflados. Los habían colocado desde las primeras horas de la mañana y estaban cercados con alambres para que no los tocaran, sin embargo, muchos aprovecharon para sacarse una foto junto a ellos.
Este plato típico se elabora en la zona desde la época de la conquista, cuando los españoles trajeron los cerdos, pero es desde hace 50 años que empieza a ser vendido a escala comercial.
En aquel entonces no había más de dos o tres familias que se dedicaban a prepararlos para entregarlos a los mercados de Quito y si había algún programa: matrimonios, bautizos, confirmaciones, etc., lo hacían bajo pedido de quienes querían alimentar a sus invitados con el hornado.
No fue sino hace15 años que esta elaboración empieza a convertirse no solo en el plato insigne de la zona, sino también en fuente de ingresos. En el momento, el 30% de los 75 000 habitantes de este cantón basa su economía en la comercialización del hornado, según el Ministerio de Turismo.
Semanalmente se preparan unos 1 000 chanchos, de cada uno se saca un promedio de 150 platos. Cada porción oscila entre los USD 3 y 4.
La particularidad de este plato está en la elaboración. Hortensia Marcillo, una de las pioneras de la venta de hornado, dice que la preparación y cocción demora un día. “Hay que alinearlo con ajo, cebolla, canela, comino’ Se deja un día y la asada es toda la noche en horno de leña”, señaló.
Además, hay otro detalle que identifica a este plato y eso es el agrio, que no es tan agrio porque es dulce. “El hornado se lo halla, principalmente en la Sierra, pero este de Sangolquí se caracteriza por su agrio dulce”, explicó Ivette Celi, subsecretaria de Patrimonio del Ministerio de Cultura.
El agrio también tiene un secreto: la cebolla se curte con la chicha de jora, que lo hace una especie vinagreta. El plato se sirve con tortillas de papa, mote, aguacate y por supuesto el hornado con el agrio.
Sin embargo, el propósito de la feria no solo era promocionar esta preparación, sino también a la zona. Por eso, el programa también estaban los artesanos. Ellos mostraron sus trabajos. Los más destacados: las joyas en plata y los cuadros en relieve.
“La gente viene por el hornado pero de paso conoce las otras ofertas del cantón”, dijo José Criollo, de la Joyería Arte y Metal.
Esta es la Primera Feria del Hornado. El propósito es que se institucionalice y se la siga realizando cada año. Con estos actos los sangolquileños quieren que se decrete patrimonio cultural al hornado y que se los denomine como la capital mundial de este plato.
“Es que quién no prueba el hornado de Sangolquí. Es un paso obligado de los turistas y se ha vuelto en un elemento de identidad. Además, se lo halla en otros países”, dijo Zeli.