La esmeraldeña Mónica Quiñónez, de 23 años, instaló un pequeño salón de belleza en su casa, ubicada en el barrio El Palmar de la ribera del río Esmeraldas.
Ella participó en el proyecto de capacitación para el emprendimiento, que ejecuta el Municipio de Esmeraldas desde el 2010.
En los cursos, que duran seis meses, alrededor de 50 mujeres aprenden belleza, enfermería, pintura, manualidades y el cultivo de huertos familiares.
Quiñónez asegura que con lo que aprendió en el curso pudo instalar un negocio. La inversión fue de USD 200. Para ello adquirió un préstamo en una entidad bancaria. Esta inversión logró recuperarla en tres meses y hoy cuenta con capital propio.
Indicó que actualmente en temporadas festivas y fines de semana se obtienen desde USD 150 hasta USD 200. El arreglo de las uñas de los pies y de las manos cuesta USD 8. Mientras que un cepillado tiene un precio de USD 12. “En días malos ganó hasta USD 25 y USD 30”.
Ella recuerda que antes la desesperación la estaba ahogando debido a las deudas y las grandes necesidades del hogar. Sus tres hijos estudian en la primaria y, aunque acuden a una entidad pública, siempre hay gastos extras que cubrir para su mejor preparación. “Estoy feliz porque ahora desde mi hogar ayudo a mi esposo con la mantención del hogar”, indicó.
Kiana Angulo también asistió a los cursos del Municipio, pero optó por inscribirse en enfermería. Ella vive en el barrio 26 de Junio, conocido como ‘Tripa de Pollo’. En la actualidad realiza prácticas en el Patronato Provincial.
Ella, junto con 59 compañeras, hicieron el curso de enfermería y primeros auxilios. Asegura que actualmente recibe un bono de USD 100, que le sirve para cubrir los gastos de movilización.
Es madre soltera de dos niñas y tiene deudas. Por eso aspira que en los próximos días pueda ser contratada en uno de los policlínicos de la ciudad. Ella recuerda que no estaba interesada en el taller, pero una prima la animó a participar. Está contenta porque ha logrado réditos. “Al principio quería aprender para socorrer a mis niñas, pero en el transcurso del taller, el capacitador nos inculcaba que era necesario prepararse para optar por oportunidades de trabajo”.
Juan Carlos Arboleda, técnico de Desarrollo Comunitario del Municipio de Esmeraldas, sostuvo que desde el 2010 que se iniciaron los talleres se ha capacitado a 2 000 personas. En las áreas de enfermería y primeros auxilios, corte y confección, belleza, manualidades y permacultura (manejo de granjas comunitarias).
En la parroquia Chinca, en el centro del cantón, alrededor de 90 mujeres se capacitaron en la instalación de huertos comunitarios.
Una de ellas es Nancy Borja. “La experiencia fue buena, aprendí sobre el manejo de granjas comunitarias y sembríos de ciclo corto. Nos hemos agrupado varias personas e iniciamos algunos cultivos de los cuales en los próximos meses estaremos sacando nuestra primera producción al mercado”, indicó.
Borja es madre de siete hijos. Asegura que con las ganancias de los huertos podrá terminar de educarlos. Ella cultiva café, cacao, maíz y maracuyá. Con las nuevas técnicas aprendidas buscará aportar con la manutención de la familia, manifestó la agricultora.
Las 600 mujeres provenientes de 25 barrios de la ciudad y de las ocho parroquias rurales del cantón Esmeraldas se incorporaron al sector productivo de la provincia y del país. Arboleda manifestó que el 65% de las mujeres que participan de estos talleres inician un emprendimiento, el resto de mujeres no lo ha hecho, por falta de apoyo.
Indicó que las mujeres capacitadas son de los sectores de la ribera del río Esmeraldas, barrios altos de la ciudad, de las Propicias, Codesa, San Rafael y de las parroquia Chinca, Majua, San Mateo, Tachina, Camarones, Vuelta Larga, Taviazo y Carlos Concha.
“Los barrios donde estamos interviniendo son considerados urbano marginales. La visión es de promover el emprendimiento para contrarrestar la falta de fuentes de trabajo que se viven en la ciudad y en la provincia. Hemos estimado que ellas pueden contribuir para mejorar los ingresos de la familia y por ende la calidad de vida”, sostuvo Arboleda.
Richard Benavides director del Departamento de Desarrollo Comunitario, dijo que actualmente se está capacitando a otras 700 personas en las parroquias y sectores urbano marginales de la ciudad de Esmeraldas. Así, estas mujeres tendrán la oportunidad de mejorar las condiciones de vida de su familia, con sus nuevos conocimientos.
Capacitaciones
200 personas de las parroquias rurales de Chinca, Majua, Tachina y Taviazo se capacitaron en el manejo de huertos comunitarios en el último taller de capacitación, que se inició hace aproximadamente seis meses.
En unos seis barrios de Esmeraldas, las emprendedoras están solicitando que se haga una capacitación en las áreas de pastelería, administración y contabilidad básica.
La planificación de los nuevos cursos se dará a finales del 2013. En esa fecha se asignará un nuevo presupuesto para los proyectos comunitarios. Las capacitaciones en belleza, corte y confección e instalación de huertos continuarán.
600 emprendedoras han asistido a talleres en el último año. Reciben asesoría para montar negocios propios y mejorar su vida.