El golpe seco de un bombo suena en la madrugada. El canto triste, acompañado con maracas, se escucha en un estrecho callejón que lleva a la casa de María Palacios, en el barrio Santa Martha 2. Está en la ribera del río Esmeraldas. La cantora interpreta una canción fúnebre o denominado chigualo para despedir a un niño de dos meses de edad. Había fallecido a las 02:00 de ese día.
En la cultura afroesmeraldeña, los pequeños suelen ser velados con música y cantos. Es la forma de despedirlos.
La tradición aún se mantiene en gran parte de la población, especialmente entre inmigrantes de la zona norte de la provincia.
Rosa Wila es una de ellas. Es representante del grupo de arrulladores La Voz del Niño Dios. Llegó a Esmeraldas en 1975 desde Santa María, cerca de Punta de Piedra (parroquia Borbón). En su pueblo, las celebraciones con chigualos son una costumbre.
En la década de 1950, las fiestas se hacían en las casas. Marimba, guitarra, tambor y cununo eran los instrumentos principales para armar la fiesta.
Cuando llega la fecha en que se recuerda a la Virgen del Carmen se cantan arrullos toda la noche, relata Wila, de 76 años.
En 1970, la celebración de la Virgen del Carmen se constituyó en el pretexto para escuchar los mejores repertorios.
Los chigualos y arrullos se cantaban en una procesión que salía desde el barrio Las Palmas hasta Aire Libre. Duraba 24 horas.
Allí los santeros acostumbraban dedicar arrullos a Santa Rosa, San Antonio, San Martín y el Divino Niño, como forma de alabanza.
Con el pasar de los años, se organizaron concursos de arrullos. Las presentaciones se hacían en el Teatro Bolívar, donde acudían delegaciones del norte y centro de Esmeraldas.
“Fueron buenos momentos”, dice Guillermo Ayoví, conocido como Papá Roncón. Él cree que las instituciones educativas deben trabajar para que no se pierdan las costumbres del pueblo afro.
Él ya empezó con su fundación, en Borbón, junto al río Cayapas. Allí enseña el significado de los arrullos y chigualos y cómo cantarlos.
El baile de La Palma es una de las prácticas que se han perdido. En este los padrinos organizaban fiestas a sus ahijados fallecidos.
Esto ocurría solo cuando estos no asistían al funeral de los pequeños, dice Guillermo Ayoví.
José Rodríguez, director de Cultura del Consejo Provincial, asegura que en los actos culturales que organiza la institución siempre se incluye un recital de canciones ancestrales.
Los referentes
En 1982, los chigualos adquirieron renombre gracias al poeta Antonio Preciado. Él promovió un concurso de arrullos y chigualos con el apoyo de Edgardo Prado y José Rodríguez.
Actualmente, los grupos de cantoras de arrullos y chigualos se presentan cada año en los festivales de cultura y danza, organizados por el Municipio de Esmeraldas. También hay presentaciones esporádicas.
Uno de los grandes referentes de los chigualos es Papá Roncón, reconocido músico y conocedor de la tradición oral del pueblo afroesmeraldeño.