Recorrer 282 kilómetros a pie por el transcurso de una semana es un reto difícil de cumplir, pero durante este mes cientos de fieles azuayos lo hacen en la romería en honor a la Virgen de El Cisne.
De la capital azuaya salen a diario grupos de devotos, caminando o en bicicleta, con dirección a la basílica de El Cisne, en Loja. Algunos como Rogelio Chica, de 31 años, lo hacen para agradecer por los favores recibidos. Otros por devoción o para pedir un milagro.
En ocasiones esta caminata genera accidentes. El año pasado un adolescente de 16 años falleció por hipotermia. Otro ciclista devoto murió atropellado en el sector de La Playa, en la vía a Loja.
Para el médico deportólogo, Marco Chango, esos incidentes ocurren por la falta de conocimiento de las normas básicas de seguridad y preparación física. “El caminante debe estar consciente que son travesías largas y por caminos que demandan esfuerzo”.
Quien no realiza deporte con regularidad debe preparar su cuerpo durante tres meses y de forma progresiva en duración e intensidad. Las prácticas más comunes son trotar, caminar o el senderismo hacia sitios de altura con el calzado y la mochila (ropa y alimentos) que se llevará en la peregrinación.
La madrugada del pasado martes, los primos Galo Carpio, de 18 años; Kléber, de 19; y José Luis, de 22 empezaron la travesía hacia El Cisne. Iban en bicicleta con chompas, gorros de lana, bufandas para protegerse del intenso frío.
En sus espaldas llevaban una mochila con una mudada, agua y galletas. Ellos dos veces por semana trotan o hacen ciclismo). Esa preparación y conocer la ruta les dio la confianza para viajar.
Pese a esa preparación, Chango recomienda un máximo de seis horas diarias de caminata o ciclismo. Tampoco viajar en la noche.
La nutricionista Eugenia Aguirre, no recomienda esa actividad a mayores de 40 años porque el esfuerzo físico puede desencadenar problemas cardiovasculares y en los huesos. “Las caminatas largas que demandan gran esfuerzo activan los sistemas hormonales y eso puede sobrecargar de trabajo del corazón y producir arritmias, fatiga muscular, lesiones…”.
Para Aguirre, lo básico es la hidratación antes, durante y después de las caminatas. Además, consumir alimentos ricos en calorías como panela y carbohidratos de gran absorción (galletas, pan, arroz o papas) que compensan la necesidad de energía.
A tener en cuenta
La travesía de los 282 kilómetros de Cuenca-El Cisne a pie podría demorar seis días, acortando distancia por atajos, y en bicicleta tres días. Todo depende del estado físico.
Otras pruebas de esfuerzo son caminar hacia todos los lugares que necesite desplazarse en el día (trabajo, universidad) y prescindir del uso de ascensores.
Se puede llevar un suero oral casero. Es una limonada con una pizca de sal y azúcar para obtener hidratos de carbono. No se recomienda energizantes.