Byron Piedra no sabe hasta cuándo correrá en la élite mundial, pero está convencido que el título de ingeniero industrial le servirá para la nueva etapa de su vida. Durante cinco años intercaló las pistas con las aulas universitarias.
El doble medallista de plata en los últimos Juegos Panamericanos (1 500 y 5 000 metros), se acostumbró al trajín diario. En la actualidad es estudiante del primer año de Cultura Física en la Universidad Politécnica Salesiana. “Es sacrificado, dificultoso, pero el esfuerzo vale la pena”.
Piedra, clasificado para los Juegos Olímpicos en Londres 2012, sostiene que para triunfar en los dos campos se requiere comprensión de los profesores y ayuda de los compañeros. Él postergó o adelantó exámenes para viajar.
La ex marchista Miriam Ramón, medallista panamericana y sudamericana, es otro ejemplo. En 1999 obtuvo la licenciatura en Cultura Física en la Universidad Católica de Cuenca.
Ramón se multiplicaba para entrenar, estudiar y cuidar a sus hijas pequeñas Daniela y Carolina. “Fue una etapa complicada que pude sortear gracias al apoyo de mi familia y de los docentes”.
En la actualidad, dirige su academia de atletismo con 25 deportistas, en donde se destacan Mauricio Arteaga y Fausto Quinde, quienes buscan un cupo para los Juegos Olímpicos.
Hay otras mujeres que siguieron sus pasos. Allí están las andarinas lojanas Yadira y Janeth Guamán (hermanas), licenciada en Cultura Física y egresada en Psicología Educativa, en su orden.
También están Alexandra Serrano, María Paz Muñoz, Johanna Ordónez, Johanna Solano, seleccionadas nacionales de ciclomontañismo, racquetbol, marcha y taekwondo. Siguen las carreras de Arquitectura, Estimulación temprana, Ingeniería de Alimentos y Odontología, en ese orden.
La triatleta Elizabeth Bravo, licenciada en Fisioterapia, califica como duros los cuatro años de estudio. Pero “todo depende de cómo uno se organice”.
Ismael Chango dejó los tatamis y ahora es médico en la Clínica Santa Ana. Él sostiene que su padre, Marco Chango, siempre inculcó a sus alumnos el estudio. Su primo Diego Chango también es médico y Juan Diego Chango está en el quinto año de Medicina.
Existen otros destacados deportistas élite como el automovilista Rubén Cuenca y el gimnasta Jorge González, con títulos en Ingeniería Automotriz y Cultura Física. El primero es gerente de Lojacar y el segundo ahora es alumno del cuarto año de Medicina.
Luis Chocho, técnico de la marcha azuaya y padre del andarín Andrés Chocho, agradece a las autoridades de la Universidad Católica de Cuenca por las facilidades que brinda a sus alumnos. “Es un tema de madurez, de entender el compromiso que tienen los deportistas con el país”.
Su hijo es ingeniero comercial y su ex alumno Rolando Saquipay, obtendrá el título de abogado en febrero próximo, en la Universidad Católica de Cuenca. “Quiero defender a los pobres con quienes me identifico”, dice Saquipay.