Los damnificados siguen en los albergues por el invierno

Los vecinos de los barrios afectados por el invierno en Esmeraldas comienzan a desesperarse por la falta de ayuda y obras.Los moradores del barrio La Cocoi, donde se ubica el cerro que sepultó a tres personas hace dos semanas, retuvieron el martes último por horas a un maquinista y al equipo que operaba. Lo ataron con una cuerda a una silla de plástico, como medida de presión para que no se retirara un tractor que hacía tareas de limpieza y adecentamiento en el cerro. “Nos dicen que la Secretaría de Gestión de Riesgo ha pedido que se retire la maquinaria, cuando aquí la estamos necesitando para evitar otra desgracia. Hay otras casas amenazadas por esa loma”, dice Christian Molina.Guillermo Prado, coordinador provincial de la Secretaría de Gestión de Riesgo, asegura que intervendrán el sector luego de que el Municipio de Esmeraldas presente el estudio de suelo. Molina cuenta que harán una marcha de protesta este lunes, para expresar su inconformidad por la falta de obras de prevención frente al invierno.En los barrios La Guacharaca y 20 de Noviembre, las familias damnificadas esperan más que un albergue. Hermelinda Chila Rosales, a quien el alud del cerro El Gatazo le destruyó su vivienda, hace dos semanas, espera impaciente un lugar seguro donde vivir con sus cuatro hijos. “Rogamos que pronto terminen de construir las casas que el Miduvi nos ha prometido para nuestra reubicación definitiva y acabar con la incertidumbre y la tensión que no nos dejan vivir en paz”.Telmo García está albergado en el recinto ferial La Propicia, desde hace un mes. Comenta que desea volver a su casa ubicada en la isla La Burrera. Se fue de ahí por la inundación del río Esmeraldas.La isla continúa en riesgo debido a las precipitaciones.“Tenemos que recuperar nuestra vida y nuestro trabajo que es la agricultura. De eso vivimos y aquí en este albergue no hacemos nada, no estamos produciendo”.La respuesta a la emergencia por parte del Gobierno nacional y de las autoridades locales ha sido lenta y limitada, según Patricia Ortiz, técnica en áreas de prevención y gestión de riesgo.“La respuesta inmediata a corto plazo debió ser la toma de decisiones coordinadas entre los municipios, el Miduvi y la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgo, pero se ve un distanciamiento entre estas instituciones”.Esa provincia, según ella, está compuesta por suelo arcilloso, lo cual la hace muy vulnerable a deslizamientos de tierra.“Por eso ya se debe pensar en el fortalecimiento de una cultura de prevención. Hay que crear normativas de construcción desde los municipios”.El Instituto Nacional de Hidrología y Meteorología prevé más lluvias para los próximos días en la provincia. Los técnicos aseguran que hasta finales de mayo habrá fuertes precipitaciones.

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