La campaña de seguridad Minga por la paz avanza en Cuenca en medio de la apatía de los ciudadanos.Se trata de un plan preventivo liderado por la Gobernación de Azuay en coordinación con el Consejo de Seguridad Ciudadana de Cuenca (CSC). El propósito es mejorar la seguridad y de esa manera disminuir las estadísticas de muertes violentas, asaltos a entidades bancarias, balaceras…, registradas en el cantón.
La cruzada empezó la primera semana de agosto. Como parte del plan se trabaja en dos ejes: ‘Cuadra segura’ y ‘Taxi seguro’. Para eso se lleva adelante un censo en las viviendas, almacenes y negocios que se hallan dentro de las 440 cuadras que conforman el Centro Histórico. Seis encuestadores realizan esta tarea.
El plan no queda ahí. Luego se nombra a un líder voluntario de la cuadra. Él será capacitado en seguridad preventiva: autoprotección, seguridad en locales; como organizarse, cómo manejar la información con los organismos de socorro y con las autoridades.
Sin embargo, su principal labor será interactuar con los vecinos sobre cómo organizar su zona ante la inseguridad.
Leonardo Berrezueta, gobernador de Azuay, señaló que la idea es promover la ayuda mutua entre vecinos. Que todos se conozcan y sean la voz de alerta ante la sospecha de posibles delitos.
Diego Bermeo es el líder de su cuadra (Sangurima entre Estévez de Toral y General Tálbot). Él ha sido testigo de múltiples robos en este sector. “Arranchan carteras a cualquier hora del día”.
Bermeo no espera mucho de la campaña, pero dice que la apoya porque cree que hay que estar organizados para hacer frente a la delincuencia.
Gabriel Moscoso, un abogado, tiene su oficina a dos cuadras del ahí. Él fue víctima de robo; los ladrones se llevaron computadoras y otros electrodomésticos. La pérdida asciende a USD 5000.
No cree en la campaña. A su criterio, para enfrentar a la delincuencia se debe impulsar una reforma legal desde la ciudadanía que persiga a los cachineros.
“Fijar mínimo cinco años de prisión, sin fianza, a todos quienes se dediquen a comprar y vender cosas usadas”.
Mientras, el CSC analiza la posibilidad de colocar alarmas comunitarias. Estas estarán conectadas con la central de Policía. De ese modo los vecinos alertarán sobre la presencia de sospechosos en sus zonas, señaló Berrezueta. Pero esos equipos no están presupuestados en la campaña.
En cambio, ‘Taxi seguro’ involucra a las 3 512 unidades registradas en Cuenca por la Unidad Municipal de Tránsito. Los conductores deben colocar, en un sitio visible, una credencial con su nombre, cooperativa y datos del auto.
Además deben pegar un adhesivo. De esa manera, las personas sabrán qué unidad toman, explicó Paúl Granda, alcalde de Cuenca.
Bolívar Sucozhañay, de la Unión de Taxistas del Azuay, apoya esta medida porque cree que también controlarán a los taxis ilegales que laboran en la ciudad. El compromiso de ellos es también convertirse en la voz de alerta, a través de sus sistemas de radio, ante la sospecha de delitos.