La preparación de disfraces, chicha y pan copó el tiempo de las familias y vecinos que participarán del pase del Niño Viajero, que se efectúa hoy, a las 10:00. Es la fiesta religiosa más importante de Cuenca.
Desde hace cinco años participan los 60 miembros de la familia Vanegas. Las mujeres lucirán faldas amplias de tonalidades fucsia, cardenillo y verde; también blusas de seda verde, sombreros y aretes.
Según José Luis Vanegas, de 55 años, representarán las tradiciones de Chimborazo, porque en Azuay poco se conoce de sus costumbres. Él y su esposa Rosa Coronel elaboran los trajes desde abril pasado.
Vanegas participa del pase -que fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 1998- como agradecimiento a Dios por las bendiciones recibidas durante el año. Su hija María de los Ángeles arregló algunos detalles de las faldas y este vez participa porque su hijo nació sin problemas.
Su hermano Carlos personificará a los ‘ashangueros’. Él llevará en sus espaldas una suerte de caja decorada con botellas, guirnaldas y un cerdo crudo. Para José Luis Vanegas, este es uno de los personajes más importantes, porque de acuerdo con la tradición, al cargar la caja purga sus falta por los pecados cometidos durante el año.
Esta familia alquiló 12 caballos para que lleven a los mayorales, considerados los más elegantes del recorrido y representan a los campesinos con dinero y estatus.
En el centro de Cuenca está el barrio Gran Cove, que tiene 15 manzanas en las inmediaciones de las calles Gran Colombia y Miguel Vélez. Los moradores dedicaron los últimos días a arreglar el carro alegórico y 100 trajes de los niños que serán parte de la fiesta.
Una de ellas es Abigaíl Durazno, de un año, quien saldrá por primera ocasión vestida de ángel. Para su progenitor, Sandro Durazno, con esta participación quiere agradecer al Niño Viajero por la salud de su familia. En el carro alegórico también estará la imagen del Niño Jesús del barrio Gran Cove.
Del total de niños, 70 irán en el carro alegórico y 30 caminarán estarán vestidos de pastores, reyes magos y otros personajes. Según el presidente de este barrio, Luis Cárdenas, desde hace más de 20 años veneran al Niño Viajero y “somos bendecidos con su protección”.
Los adultos de la zona también se disfrazarán. Hernán Carrillo, de 49 años, dice que sus padres le inculcaron esta devoción. Él no lucirá ningún traje, pero se encargará de controlar el orden y el bienestar de los niños en el trayecto.
Según Jorge Rodas, del grupo juvenil Hermano Miguel, que es parte de la organización del pase, se prevé que 40 000 personas participen en el recorrido, que, por lo general, dura siete horas.
La festividad, dice Rodas, se hace gracias a las religiosas del Carmen, quienes confeccionan el vestido del Niño y de entregar un refrigerio, como guineo, pan y caramelos.
La familia de Carmen Llivipuma organizó en 1961 el primer pase del Niño Viajero y desde entonces participa de esta festividad. Ella heredó esta tradición de su madre, la difunda Rosa Pulla.
Llivipuma dedicó su tiempo a preparar el pan en la casa de la familia ubicada en el Centro Histórico de la urbe. Ella tenía previsto amanecer orando y colocando los panes en cartones para entregarlos hoy a los devotos.
Ella trata de contener su llanto por el recuerdo de su madre y por repetidas ocasiones agradece al Niño y a los fieles que contribuyen con donaciones. En un horno de leña, de más de 80 años, elaboró 50 000 panes, con sus amistades.
Su tío Cesario Pulla, de 82 años, preparó 5 000 litros de la tradicional chicha para repartir a los participantes. Esta labor la cumple desde hace 40 años.
Pulla saldrá con sus hijos para repartir la chicha, que preparó desde hace ocho días con el objetivo de que se fermentara. Él está convencido de que al compartir, el Niño Viajero lo bendecirá con trabajo y salud el próximo año. Su sobrina estará en la calle Simón Bolívar repartiendo el pan.
La fiesta del Niño de Isinche
El festejo del Niño de Isinche, en Pujilí (Cotopaxi) está previsto para hoy. Los barrios se reunirán para celebrar a la imagen de madera que fue encontrada en 1742 en un obraje jesuita. La hacienda de Isinche, de Bolívar León Lara, está 5 km al occidente del cantón.
La Misa de Gallo es el punto más atractivo. Miguel Ángel Sevilla, oriundo de Pujilí, cuenta que los creyentes danzan junto al Ángel de la Estrella, los tres Reyes (Ángel, Embajador y Mozo), negros de color y blancos, payasos, caporales, yumbos, payasos y monos, yuras…
La procesión empezará cuando el Síndico autorice la salida de la imagen de su capilla. Tiene 5 000 trajes y 1000 urnas de varios tamaños, ya que según la leyenda, el Niño tenía 7 cm cuando fue hallado y ahora pasa de los 35.
El recorrido saldrá de la capilla, irá al pueblo y retornará. Mañana habrá tres eucaristías más y juegos pirotécnicos, baile con danzantes y disfrazados, para el pase del Niño.
La figura del Niño está en una urna metálica. Para agradecerle sus milagros le rezan, le cantan, le echan flores y le componen coplas.
Los fieles le conceden un sentido animista: creen que es un Niño vivo y milagroso. Llegarán devotos de Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, EE.UU. y Europa. Si viajan, consiguen trabajo o mejoran sus vidas, lo primero que hacen es agradecer al Niño en su capilla barroca en Pujilí, una réplica de la iglesia de La Compañía de Quito.