Un examen especial, realizado por la Regional Cuenca de la Contraloría General del Estado, determinó que ocho comisarías del Municipio de Cuenca carecen de estructura, organización y control.La ausencia de regulación incide en la aplicación y tardanza de sentencias y procesos sin resolver. Si bien las comisarías dependen de la Sindicatura, su estructura funcional no está regulada y no tienen un ente que controle el accionar de empleados. La investigación analizó el período de diciembre del 2005 a junio del 2008. Los problemas detectados son ordenanzas desactualizadas (hace 25 años), falta de recursos tecnológicos y humanos, entre otros.El comisario de Ambiente, Édison Moscoso, confirmó lo primero. Según él, la Ordenanza de Higiene y Sanidad promulgada en 1991 fija sanciones en sucres. Ahora, el infractor paga centavos de dólar. Igual sucede con las normas de Administración y funcionamiento de mercados, de Control para las zonas de expansión urbana y rural, de Utilización de espacios públicos, etc.“En la zona rural de Cuenca hay construcciones que se hicieron sin planos, permisos y afectando espacios públicos”, señaló Daniel Bermeo, director de Control Urbano. Dijo que el número de infractores sube por las multas irrisorias.La investigación también determinó que la mayoría de construcciones cuestionada no fue clausurada ni demolida. Eso se dio porque los inspectores no remitieron a las comisarías los informes ni colocaban sellos de clausura. En definitiva, no se intentó detener la construcción. El informe fija recomendaciones al Alcalde, Procurador Síndico y directores de Obras Públicas y de Control Urbano. También advierte que podrían ser glosados si no aplican correctivos como reformar las ordenanzas y una reingeniería.