Conseguir un cilindro de gas de uso doméstico, de 15 kilos, se ha vuelto una tarea complicada en la provincia de Imbabura.
En los últimos días han reaparecido las filas de usuarios que esperan los camiones distribuidores del carburante, como sucedió en enero pasado.
“El inconveniente es mayor en Otavalo y Pimampiro”, reconoce Fabricio Reascos, intendente de Policía.
Explica que el lunes pasado hubo un retraso en el envío de tanques desde la envasadora de Pifo, en Pichincha. Eso aparentemente generó el desabastecimiento.
Mediante un comunicado de la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero (ARCH), enviado el 11 de marzo a la Gobernación de Imbabura, se explica que el cupo para Imbabura creció de los 2 322 772 kilogramos en enero, a 2 361 910 en febrero.
Sin embargo, persiste el problema. En Pimampiro, ciudadanos como Emma Andrade, ama de casa, comenta que no solo es difícil adquirir el producto, sino que ya no se lo encuentra a USD 1,60, que es el precio oficial en las bodegas.
“Hoy solo se vende a domicilio en los camiones distribuidores a USD 2,50”.
En Otavalo sucede lo mismo, según Wilson Hernández, vecino de Punyaro Alto.
El Intendente asegura que varias bodegas pequeñas de gas cerraron, porque no cumplían con las exigencias de la ARCH, como tener lugares amplios y ventilados.