Fabián Yugcha ha recorrido muchas veces los pasillos del Instituto Tecnológico Superior Bolívar de Ambato.
Las paredes de piedra de más de tres metros de alto en las aulas y corredores no han cambiado desde que fue su alumno.
Él, hombre alto y corpulento, estudió en este emblemático colegio hasta 1985. Ahora es auditor y tiene a su hijo Santiago de 16 años en la misma institución.
Dice que nunca pensó en inscribirle en otro lugar. Cree que el Bolívar le dio un nivel académico igual o mejor al de otras instituciones importantes. Además, le enseñaron valores y él quiere que su hijo también los tenga.
El Instituto Bolívar está ubicado en el centro de la Ambato, frente al parque Cevallos. Este año lectivo cumplirá 150 años.
Según su rector, Édgar Castellanos, el 60% de ambateños ha cruzado por sus aulas. Cuando fue creada no había otros centros educativos en la región.
Fue fundado en 1959. Pero se volvió Colegio Nacional el 27 de abril de 1861 por decreto ejecutivo del entonces presidente de la República, Gabriel García Moreno. Joaquín Lalama Constante fue el impulsor.
El primer rector fue Francisco Javier, hermano de Juan Montalvo. Siempre funcionó en el mismo lote, frente al parque Cevallos, antigua plaza San Bartolo. El terreno fue de Juan Benigno Vela.
Los primeros alumnos recibieron clases en una pequeña casa de adobe y teja. Eran 20 .
Ahora son 4 300 estudiantes. En horarios diurno, vespertino y nocturno.
En 1872 empezó la construcción de su edificio de tres pisos de piedra a cargo de Jorge Mideros. La construcción se asemeja a un cuartel o a una gobernación de ese entonces por su estructura.
Es más, en 1910 las instalaciones del colegio sirvieron como cuartel al Batallón de Reservas Tungurahua. Se preparaba para enfrentarse al Perú.
Ahora la institución tiene dos campus. Una en el centro, con una ampliación de otro edificio de cuatro pisos. Y otro en Huachi Pata, al sur de la urbe, en una hacienda expropiada en los 50.
El año pasado volvió a ser mixto. Dejó de serlo en 1949, tras el terremoto que acabó con Ambato y otras ciudades de la región.
En este colegio estudiaron personajes reconocidos: Juan Benigno Vela, Pablo Balarezo (poeta), Misael Acosta Solís (biólogo), Luis Pachano (ex ministro de Educación), Franklin Ballesteros (pintor), entre otros.
Además, ha contado con maestros de la talla de Celiano Monge, Eduardo Paredes, Julio Enríquez Miño y otros.
Otra característica importante, es que en las paredes de esta institución aparece el Quince. Este es un juego popular, similar al tenis pero sin raqueta, que solo se practica en la ciudad de Ambato.
El museo y la biblioteca de la entidad es otra área destacada. La biblioteca tiene la colección de libros de Pedro Fermín Cevallos y de Juan León Mera. En el museo hay 200 ejemplares de animales embalsamados de Ecuador que a Yugcha le gusta visitar en compañía de su hijo y su familia.