Los andenes de salida de las empresas de transporte Unión Yantzaza y Nambija, en la terminal terrestre de Loja, estaban vacíos. Carlos Rogel se desesperaba. Eran las 06:00 y no conseguía viajar. “Me amanecí esperando que vendieran los boletos. Llegué de Machala y debía ir a Nambija (Zamora Chinchipe) para trabajar”. En la oficina de transportes Nambija había un papel que decía: “No hay paso a Zamora”. La empresa canceló sus 21viajes diarios que hace por la ruta Loja-Zamora Chinchipe por el derrumbe que mantiene incomunicadas a ambas provincias desde el martes último.Según el gerente de la cooperativa, Wilmer Obando, la suspensión de las frecuencias representa pérdidas por USD 3 000 al día. También están canceladas las 17 frecuencias de Unión Yantzaza, nueve de Transportes Loja, ocho de Unión Cariamanga y tres de Pullman Viajeros.En Zamora Chinchipe no deja de llover y la neblina es abundante. Rogel espera que sus jefes entiendan que por esas condiciones no pudo llegar. La vía Loja-Zamora está desolada y el peligro es constante por la caída de piedras.La Policía controla la salida a Zamora. 12 camioneros, entre ellos Bolívar López, amanecieron ayer en sus vehículos. Él y otros cuatro choferes de Trans Abuga (Cañar) están desde el martes con cinco camiones que llevan cemento. El material es para las plantas de producción de hormigón que tiene el Cuerpo de Ingenieros del Ejército (CEE) en Zamora Chinchipe.Otros 18 camiones lograron llegar a Sabanilla, a dos kilómetros del derrumbe más grande. Los choferes piden posada en los corredores de las casas del poblado. Allí soportan el frío. Olga Campoverde llegó desde Santo Domingo de los Tsáchilas. “Estoy desesperada sin poder llegar a San Roque al sepelio de mi madre, quien murió el domingo”.En el derrumbe, cuatro maquinistas desalojan rocas y tierra con tres excavadoras y un tractor. Hasta las 11:00 de ayer retiraron cerca de 1 000 m³ de material, de los 4 000 que cayeron en la vía.Según Mauro Herrera, del CEE, el trabajo no puede acelerarse por el peligro que genera una roca que está a punto de caer. La limpieza puede durar hasta hoy.