Las autoridades del Cuerpo de Bomberos y de los hospitales de Guayaquil que atienden a pacientes con quemaduras en la urbe coinciden en que el balance de las campañas para evitar el uso de pirotecnia por fin de año es positivo. Al menos lo es hasta el momento.
Aunque aún les preocupa que está en marcha el proceso de quema de los monigotes gigantes del suburbio porteño y que, pese a los compromisos adquiridos por sus propietarios, se incumple la prohibición de usar petardos, camaretas, tumbacasas… La noche del último sábado, los bomberos asignados a la supervisión de la quema fueron agredidos con piedras luego de apagar un monigote, debido al uso indiscriminado de explosivos. Aún falta la quema de este sábado y domingo.
Martín Cucalón, primer jefe del Cuerpo de Bomberos, califica de positivo el balance de la campaña que emprendió la entidad, con el eslogan ‘¿De qué lado de la vida te quieres poner? Di no a la pirotecnia’. Participó la Junta de Beneficencia.
“Hemos obtenido un resultado positivo. Nuestro objetivo es salvaguardar las vidas y los bienes de los ciudadanos. El balance es que en fin de año disminuyó la cifra de niños afectados. Las campañas van creando conciencia”.
Según Cucalón, estas campañas deberían ser permanentes y no solo en fin de año. “Esta vez se sumó a nuestra iniciativa la Junta de Beneficencia, mientras que la Policía y Secretaría de Riesgos también difundieron mensajes sobre los peligros del uso de pirotecnia“.
En ese sentido, el Cuerpo de Bomberos continuará con sus campañas de prevención, pues consideran un peligro a los artefactos que contengan pólvora. Apuntan a llevar su mensaje a escuelas, colegios…
Los afectados
Para Ana Soria, jefa de la Unidad de Quemados del Hospital de Niños Roberto Gilbert, lo ideal sería que no haya quemados; aunque ve alentador el panorama. Según Soria, se atendieron 20 emergencias. En el 2012 fueron 38 (ver gráfico).
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El 1 de enero llegaron a esa casa de salud del norte de Guayaquil tres casos: dos hospitalarios (uno provenía de Salinas) y uno ambulatorio. A la misma fecha, el año pasado, se registró sala llena con 11 hospitalizados.
Soria recuerda que un joven de 16 años llegó a las 03:00 del 1 de enero. Si bien tenía lesiones en sus piernas, su mano izquierda era la más afectada: tuvo que se ser reconstruida.
En el otro hospital de niños, el Francisco de Icaza Bustamante, al sur, el niño Isaac (10 años) esperar recibir un injerto de piel en su mano. Su madre Elizabeth Rodríguez comentó que una camareta le explotó en la mano en la madrugada del 1 de enero.
Javier Chacón, gerente de esa casa de salud, dijo que las cifras de menores quemados ha disminuido y que, en esta ocasión, de 35 menores atendidos por quemaduras, solo cuatro quedaron hospitalizados.
Jenny de Mori, directora asistencial del Icaza Bustamante, cree que, aunque existen pacientes que pudieron haber sido atendidos de manera ambulatoria en otros centros de salud, las campañas contra el uso de explosivos sí están creando conciencia.
La Unidad de Quemados del Hospital Luis Vernaza registró el fin de año a tres heridos por el uso de pirotecnia. Otra entidad que se sumó a las campañas fue la Cruz Roja Ecuatoriana. Con el nombre de ¡No compres camaretas! llevó su mensaje especialmente a través de las redes sociales.
La Secretaría de Riesgos también promocionó la campaña Cuidado, los explosivos pirotécnicos cuestan más de lo que crees. Pero se desconoce el balance que hacen de la misma.
En la Sierra norte, este fin de año no hubo personas afectadas por explosivos. Las campañas de prevención y los operativos para evitar la venta ilegal de estos materiales ayudó a evitar desgracias, según los intendentes de Policía Doris Vaca, de Imbabura, y Juan Carlos Villacrés, del Carchi.
Paralelamente, el mes anterior, las Fuerzas Armadas decomisaron más de 177 848 explosivos pirotécnicos que intentaban ingresar ilegalmente de Colombia. Edmundo Mora, jefe del Centro de Control de Armas del Comando de Operacional N° 1 Norte, explicó que ese material será destruido en los próximos días.