El barrio cuencano de El Salado es uno de los mejores organizados en seguridad en la capital azuaya.
Desde hace dos años cuenta con una brigada ciudadana. Se organizaron por la presencia de pandillas juveniles, consumo de alcohol de jóvenes e irrespeto de los dueños de las tiendas que vendían bebidas alcohólicas, señala el presidente del barrio, Wellington Ganzino.
Hoy tienen 38 brigadistas, quienes hacen patrullajes nocturnos los viernes y sábados con el apoyo de policías.
Este barrio y el de Cañaribamba registran menos índices de violencia, dice Diego Fajardo, coordinador de la Unidad de Barrios del Municipio.
En la actualidad, a propósito de la creación de las 11 nuevas unidades de Policía Comunitaria (UPC) en el cantón Cuenca, los dirigentes de El Salado organizan a los vecinos para instalar alarmas comunitarias por cuadras.
Además, unos 80 habitantes registraron sus teléfonos para ser parte del sistema de botones de pánico de la Policía.
A cargo de las UPC están esos botones. El número de inscritos es bajo y no superan los 2 000.
En caso de emergencia, la persona registrada mantiene pulsado el número cinco de su teléfono y se activa la alerta de emergencia y es asistido por la Policía.
El UPC de la terminal terrestre, una de las zonas conflictivas de Cuenca, solo tiene 200 números de teléfonos ingresados al sistema. Son de negocios, viviendas, hostales y bancos.
En los últimos dos años, entidades públicas han presentado varios proyectos de seguridad ciudadana para frenar la actividad delictiva en Cuenca.
Pero pocas personas se involucran y hace falta una mejor socialización, dice Víctor Quito, presidente de la Federación de Barrios de Cuenca.
Hace un mes se inauguraron cinco unidades de Policía Comunitarias y se incorporaron 90 uniformados para reforzar la seguridad en el cantón.
La UPC de la terminal también está encargada de la parroquia Totoracocha, que tiene 26 barrios. Cuenta con 16 uniformados.
Según el jefe de esta UPC, Iván Cañadas, cada día se registran 20 números. Los policías visitan los locales comerciales o casas para pedir a los dueños que se inscriban y conozcan los beneficios de estar organizados.
Según él, por este sistema atienden dos llamadas por día, en promedio. Son agresiones físicas, hurto en los locales y robo no agravado. Gloria V. es propietaria de un bazar, cerca a la Terminal Terrestre. No registra su número porque no conoce el sistema.
Rosa C. cuenta que en una ocasión le sirvió para disuadir una pelea frente a su negocio. “Los policías llegaron a los cinco minutos y controlaron el problema. Es una propuesta buena que ayuda en cualquier emergencia”.
Franklin Rodríguez, presidente de la parroquia Totoracocha, dice que desde la inauguración de las UPC no han tenido información sobre el registro de números telefónicos. “No sé si funcionará”.
La Gobernación de Azuay y Policía trabajan en la ampliación de las brigadas barriales. Hay más de 100 barrios organizados en el cantón, con más de 4 500 brigadistas entrenados para cumplir patrullajes nocturnos.
Labor de las unidades
En el cantón Cuenca funcionarán 11 unidades de Policía Comunitaria (UPC) dentro del nuevo modelo de gestión de la Policía preventiva, impulsada por el Ministerio del Interior.
Cada UPC tiene 16 policías que cumplen turnos. USD 250 000 se invirtieron en cada infraestructura y están equipados con patrulleros y motos.
El Consejo de Seguridad Ciudadana ha organizado foros y talleres en 180 barrios.