Todo comenzó como una suerte de juego. Los fines de semana de los chicos, en Baños de Agua Santa, dejaron de ser sociales y se transformaron en pequeñas mingas.
En 1991 el objetivo fue abrir rampas en las veredas para que la gente con discapacidad física pudiera transitar.
Alfonso Morales, el mentor de esta idea, explica que en la ciudad no se había considerado a las personas que se movilizan en silla de ruedas, con muletas o son no videntes. “Mi posición (en silla de ruedas) me hizo reflexionar sobre este tema, más aún en una ciudad considerada muy turística”.
En Baños, según el Registro Nacional Actualizado de Discapacidades 2013, hay 164 personas con discapacidad física y 46 no videntes. Además, el 7% de turismo que llega a esta ciudad (1 000 000 por año) tiene algún tipo de discapacidad física.
Con las mingas se rompieron calles y aceras. Al principio fueron solo 12, después aumentaron a 20. Actualmente, en las 19 calles del centro, los parques, plazas y lugares turísticos urbanos hay 190 rampas identificadas con el logo azul de discapacidad.
Por eso, Baños está considerada como la ciudad más accesible de la Región Sierra centro.
El trabajo en equipo permitió, incluso, que las autoridades municipales de la época empezaran el proceso de eliminación de las barreras arquitectónicas y la adecuación de los espacios públicos.
En las piscinas municipales ahora hay una rampa de acceso, un baño modificado y un cuarto especial. En los mercados, los museos, el zoológico, la terminal terrestre y en el Santuario de la Virgen también se ven accesos y señalización.
Asimismo, hay 17 establecimientos de hospedaje que hicieron modificaciones para volverse más adecuados.
Waldo Granja llegó de Colombia y se enteró de la oferta de Baños por la Internet. “Es la primera vez que visito el Ecuador y qué mejor que vine a un lugar especial para personas con discapacidad. En mi caso, la paraplejia no me ha impedido disfrutar del paisaje y conocer esta zona”.
Pero las rampas no solo sirven a las personas con discapacidad, también a los ancianos, mujeres con coches de bebés e incluso para los paseos en bicicleta.
Según el ex alcalde Fausto Acosta, Baños es la más accesible del país. “El cambio arquitectónico es progresivo y se inició con la Ordenanza sobre Discapacidades que fue aprobada en marzo del 2002”.
Por este trabajo, España le otorgó a Baños el premio Reina Sofía 2009 de accesibilidad universal de municipios. Además, ese mismo año, recibió una mención internacional de la Sociedad de Accesibilidad, Viajes y Hospitalidad con sede en Nueva York.
“Este turismo es una oportunidad de ingresos. La mayoría de visitantes con discapacidad son extranjeros y deben sentirse cómodos”, dijo Santiago Acosta, gerente de Sangay Touring.
Ambato aún tiene muros
En esta ciudad hay 46 personas con discapacidad visual y 2 685 con discapacidad física. Ellos sostienen que las barreras arquitectónicas presentes en la urbe les causan más de un problema.
Marcelo Medina, por ejemplo, comenta que las autoridades piensan más en la estética que en la ayuda para los no videntes.
“Los postes, bolardos, veredas mal hechas, los parasoles de las ventas ambulantes, los pisos en desnivel e incluso el adoquín son un problema para nuestra movilidad y accesibilidad”, añadió.
En el centro de la urbe sí hay rampas para personas que utilizan sillas de ruedas o muletas.