Para descubrir la ruta Cuenca Cables y Cuerdas se necesita coraje. Esa cualidad la reúnen las estadounidenses Lindsay Karwin y Katie Chisholm, quienes se colgaron de una cuerda con arnés y cruzaron una quebrada grande.A esta actividad se la conoce como canopy y en Cuenca se la practica en la parroquia de Ricaurte, en el sector de Bibín. Después de un recorrido de 20 minutos en vehículo, desde el Centro Histórico de la capital azuaya, las turistas extranjeras llegaron al lugar.Allí está Cuenca Canopy. En sus instalaciones, rodeadas por árboles y vegetación, están seis cables de acero templados y ubicados desde los 10 hasta los 100 metros de altura. Karwin fue la más entusiasta. Cuando un guía le dijo que se puede cruzar al estilo Superman, ella preguntó: ¿cómo? Le dijo que es con la ayuda de un guía, boca abajo y con los brazos extendidos hacia adelante. No lo dudó y se lanzó al cruce y cuando escuchó que se puede atravesar al estilo mariposa (dada la vuelta), lo hizo igual.Este es uno de los tres deportes que se practica. La otra es la escalada y hay tres destinos en Azuay y uno en Cañar (la roca de Cojitambo). En Azuay se lo puede hacer en una pared de la parroquia cuencana de Sayausí.En esta parada, el nivel de dificultad es mínimo y con la ayuda de guías certificados pueden ascender niños desde los 10 años. En El Cajas, a 33 kilómetros de Cuenca, se pueden escalar tres muros naturales: en la laguna Toreadora, en La Virgen y en Burines. También en el cantón Paute, a 35 minutos de Cuenca. Si quiere más adrenalina, la encuentra en el canyoning, que conjuga rapel y caminata en un tramo de 500 metros del cañón por donde cruza el río Amarillo, a 20 minutos de Cuenca. En la vía a Sayausí hay que ingresar hasta el sector Buenos Aires. Desde allí hay que andar 30 minutos. Se necesitan trajes térmicos porque la caminata se hace por el río Amarillo.Todo el recorrido toma dos horas y se hace con ayuda de dos guías, el primero va adelante y el segundo al final. Es mejor un grupo de máximo seis personas.