La alerta amarilla en la zona de los volcanes Chiles y Cerro Negro fue declarada el jueves 1 de mayo del 2014, en base a la información recabada por el observatorio vulcanológico de Pasto, perteneciente al Servicio Geológico Colombiano y los datos del monitoreo que realiza el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional del Ecuador.
Así lo informaron el viernes 2 de mayo, en rueda de prensa, Diego Gómez, coordinador de observatorio vulcanológico y sismológico de Pasto y Mario Ruiz, director del Geofísico de la Politécnica.
Gómez explicó que el incremento de actividad sísmica en los alrededores de los volcanes activos colombianos Chiles y Cerro Negro se detectó a partir de febrero del 2013. Desde entonces, se ha contabilizado más de 14 000 sismos y microsismos, los más altos mayores a los 2 grados de intensidad.
“Los movimientos telúricos se han registrado, principalmente, en le flanco sur del Chiles”, explicó Ruiz. En el sector fronterizo, la población ha sentido al menos 60 de los sismos registrados, el más alto de 4,8 grados de intensidad.
Según Pablo Morillo, subsecretario de Gestión de Riesgos del Ecuador, la resolución de alerta amarilla se tomó para intervenir directamente en la zona. El jueves 1 de mayo del 2014 se reunió el Comité de Operaciones de Emergencia de Carchi. Las autoridades que intervienen están en sesión permanente. Se ha levantado información sobre la población, principalmente en Chiles. Esa localidad sería la más afectada si el volcán continuara en actividad, según Morillo.
“Se han organizado comités comunitarios de gestión de riesgos, con brigadas. Observan el comportamiento y toman decisiones, dan respuesta en caso de emergencia, porque están preparados e informados. Transmiten información en tiempo real”, dijo el funcionario. Explicó además que la participación de la comunidad es vital, según la experiencia de los alrededores del volcán Tungurahua, en donde desde hace 15 años se vienen creando modelos de respuesta en casos de emergencia volcánica y telúrica.
En la provincia se han activado siete mesas técnicas y se elaboran planes de contingencia.
Gómez dijo que entre febrero y abril pasados hubo un incremento notorio, frente a inicios del año. Se ha evidenciado además una deformación hacia el suroccidente del Cerro Negro y la sismicidad se registra entre 1 y 6 kilómetros hacia el sur y suroccidente del volcán Chiles, que está a tres kilómetros y medio del volcán Cerro Negro. Desde 1989, ambos han tenido fumarolas, aunque son mayores en Cerro Negro. “Hay olor a azufre también, por las fuentes termales de Chiles, que se comparten con el Ecuador (…) Es una zona de producción de gases a la que hay que poner cuidado (hay aguas termales). En el Chiles ha habido procesos internos de fractura, pero hay que esperar a ver manifestaciones”, finalizó.