Baños cuenta con cinco albergues. El Coliseo Municipal, San Vicente, la Escuela de la Policía y el Iped en la parte oriental de la ciudad, y el albergue Aguacatal ubicado en el occidente de Baños.El alcalde Hugo Pineda cuenta que los albergues todavía no están ocupados, pero están listos para recibir a los evacuados. Todos están equipados con colchones, galones de agua y alimento. Cada albergue tiene capacidad para alojar a 3 000 personas aproximadamente. Todos tienen cocina, servicios sanitarios y espacio para dormir. Además, en cada uno hay un grupo de militares encargados de proteger y resguardar a las personas, además de mantener el orden. En el albergue de la Escuela de Policía también hay un espacio grande a la intemperie con capacidad para recibir 400 carpas de diferente capacidad, para 10 y 25 personas cada una.La alerta amarilla se mantiene en la ciudad, pero no hay necesidad de que las personas se movilicen a los refugios temporales hasta que haya algún cambio en el comportamiento del volcán.En los alrededores del volcán, en las afueras de la ciudad de Baños, también existen albergues para los posibles evacuados en caso de una erupción de magnitud.Las poblaciones de Chacauco, Cusúa, Bilbao y Juive Grande ya fueron evacuadas debido a la cercanía con el volcán. Sus habitantes están, desde el viernes 28 de mayo, repartidos, en el albergue habilitado en el pueblo de Cotaló, y en el albergue de La Paz, en Pelileo. El Comité de Operaciones de Emergencia está a cargo de la administración de estos refugios.El gobernador de Tungurahua, Juan Francisco Mora, cuenta que son 14 familias, es decir unas 60 personas, las que están temporalmente en estos dos albergues. “A esas familias se les otorgó un kit de alimentos no perecibles para cinco personas”. El pasado sábado, los habitantes de Chacauco y Bilbao, los pueblos más afectados por la actividad del Tungurahua, empezaron a evacuar a su ganado para reubicarlos y ponerlos a salvo en Cotaló.