En una de las oficinas que se quemaron durante el incendio del lunes en Esmeraldas funcionaba un estudio jurídico. Ahí estaban archivados los 400 juicios que tramitó el abogado Rody Huerta.
Él acudió ayer a las oficinas del ECU911 para conocer los detalles del informe pericial sobre el incidente y saber qué caminos legales podía tener para resarcir su afectación. El experto chileno Eriverto Moreira, que llegó por pedido de la Fiscalía y el Cuerpo de Bomberos, leyó un extracto del informe.
Aseguró que no fue provocado, como inicialmente se rumoró y que un edificio cercano evitó que las llamas se propagaran aún más. El fuego acabó con media cuadra de la calle Bolívar, en el centro de Esmeraldas. Ocho casas y 50 locales comerciales se afectaron.
“El viento soplaba de sur a norte, por eso las llamas llegaron hasta la pared diagonal del edificio. Si sobrepasaba esta barrera hubiera sido una catástrofe”, indicó el perito. La causa del incendio ya fue determinada, pero se manejó con cautela el tema.
El informe completo del perito debe llegar primero a la Fiscalía, para que sea tramitado.
“Está determinado todo, pero es el Fiscal el que debe abrir la causa a pedido de los interesados”, explicó Moreira.
La familia de Nicolás Lowndes exigirá una copia del documento por vía judicial. Ellos perdieron una papelería y quedaron en la quiebra. Fueron señalados en días pasados porque supuestamente en su local habría comenzado el incendio. Pero esto fue descartado por el perito. Él mostró una foto donde se veía a las llamas salir de la parte baja de otro local. Estaba a 10 metros de la papelería.
“Necesitamos saber qué pasó para poder reclamar, si es necesario, alguna indemnización o ver qué amerita en materia legal”, señaló Nicolás Lowndes. Sus pérdidas ascienden a USD 100 000, porque además del negocio también se quemó su casa.
Mientras obtienen respuestas, los afectados se unieron a los trabajos de limpieza que se retomaron ayer. El área del incendio ya fue abierta y se organizó una minga. Sobre los escombros también estaban personas dedicadas al reciclaje verificando si aún había algo que podía ser reutilizable.
Los bomberos permanecieron en el sitio evitando que se diera una reactivación de las llamas.
Moreira hizo especial énfasis en que los casacas rojas deben ser atendidos. No tienen equipos necesarios ni suficientes. Cuentan con 50 personas para atender a la población del cantón que tiene 189 504 habitantes. “Deben estar preparados porque incendios de este tipo se podrían repetir y podrían ser peores si no se toma cartas en el asunto”.