Las bodegas del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) de Chacras, en la frontera con Perú, están llenas de mercadería decomisada. El aduanero Miguel González se pierde entre cartones llenos de ropa, bisutería, electrodomésticos y quintales de arroz y maíz, entre otros.
El uniformado calcula que están almacenadas unas 200 toneladas. “El 20% es de alimentos perecibles como limones, cebollas y papas. Eso lo entregamos a las instituciones de asistencia”.
fakeFCKRemoveLa Aduana y el Ejército realizan, todos los días, patrullajes combinados en distintos puntos del cordón fronterizo. Además, los militares tienen un control militar fijo en el sitio El Telégrafo (a 15 km de la frontera) y varios puestos móviles en la Reserva Ecológica Arenillas, que tiene17 700 hectáreas.
En el último semestre, la Corporación Aduanera Ecuatoriana ha realizado 15 allanamientos a bodegas ubicadas en Huaquillas. Allí se almacenaba mercadería que ingresó al país sin declarar impuestos.
“Esos operativos se ejecutan con apoyo militar y policial, porque los dueños de las bodegas y la gente de esos sectores crearon verdaderos fortines donde la fuerza pública entra con mucha dificultad”, asegura Édgar Díaz, jefe de Aduanas.
Huaquillas limita con la localidad peruana de Aguas Verdes. Ambas ciudades comparten un intenso intercambio de productos. Mediante el denominado contrabando de hormiga, centenares de personas (estibadores, carretilleros y tricicleros) trasladan de un lado al otro todo tipo de mercaderías y productos.
Lo hacen por los endebles puentes sobre el canal internacional, que separa a las dos ciudades. Otros utilizan trochas abiertas en puntos a lo largo de los 48 kilómetros a lo largo del cordón fronterizo.
Ropa es lo que más se decomisa. Los contrabandistas ingresan a Ecuador la mercadería en bultos, que son transportados en las cooperativas de transporte.
Para pasar el arroz y otros productos perecibles, los contrabandistas utilizan otra estrategia: llevan en carros con placa peruana hasta el filo del canal internacional y luego hacen trasbordos a carros ecuatorianos.
En los mercados y tiendas de las ciudades de Huaquillas y de Arenillas se oferta el arroz peruano. “El quintal de arroz del vecino país es de 110 libras y lo vendemos a USD 34. El ecuatoriano sale a USD 38 y a veces no tiene ni 100 libras”, comenta el comerciante José Jimbo.
María Fernanda Campoverde, jefa política de Huaquillas, reconoce que los operativos que se realizan en los mercados están dirigidos a controlar el precio y no el origen del producto.
Por el Puente Internacional, el flujo de mercadería también es continuo. Durante el día, el paso es muy transitado y los controles de la fuerza pública, limitados.