El colapso de la soldadura en la línea de conducción de hierro dúctil que trae agua potable desde la planta de El Cebollar a la ciudad originó problemas en diferentes sectores de Cuenca. Por 25 horas cerca de 70 000 usuarios se mantuvieron sin el servicio del líquido vital.
La avería se registró en la avenida de Las Américas, a la altura del río Tomebamba. Una vez localizado el daño, trabajadores y técnicos de la Empresa Municipal de Telecomunicaciones, Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Etapa) procedieron a la reparación con previa suspensión del servicio.
Según Carlos Julio Jaramillo, gerente de Etapa, a las 15:00 de ayer se cortó el agua y se ofreció a sus usuarios devolver el servicio hasta la medianoche. Sin embargo, “se complicó la reparación por lo complejo del espacio reducido. Pido disculpas públicas a la ciudadanía”.
Pasado el mediodía, tras la apertura de las válvulas y la estabilización de la red matriz, los domicilios de las partes bajas de la ciudad empezaron a recuperar el agua. Además, se abrieron varios hidrantes para que el agua turbia, producto de los trabajos, sea expulsada a la calle.
Los angustiados usuarios se abastecieron en primera instancia del agua de los hidrantes abiertos para cubrir las necesidades básicas. Eduardo Gómez, uno de los afectados del sector de la Feria Libre, lamentó lo ocurrido y cuestionó la falta de tanqueros para abastecer la emergencia.
Jaramillo reconoció que hubo un sinnúmero de quejas por la falta de agua potable y justificó por la incomodidad que produce. Sin embargo, sostuvo que la cuadrilla de trabajadores y técnicos se mantuvo por 25 horas seguidas en el lugar del daño hasta repararlo.
Cinco tanqueros del Cuerpo de Bomberos de Cuenca, con 5000 galones de agua cada uno, también colaboró con la ciudadanía con el respectivo abasteciendo. El servicio del líquido vital se normalizará hasta la noche de hoy en los sectores ubicados en las partes altas de la urbe.