Heridas en manos, quemaduras en rostro y cuerpo son algunas de los diagnósticos de los 40 afectados por la explosión de petardos, entre niños y adultos, que reportan en tres hospitales de Guayaquil. Los accidentes ocurrieron entre el pasado martes 31 de diciembre y el miércoles 1 de enero.
El hospital Francisco de Ycaza Bustamante, del Ministerio de Salud, atendió a 34 menores heridos. Xavier Chacón, gerente del pediátrico, explicó que 30 fueron dados de alta y cuatro permanecen hospitalizados y requerirán tratamiento.
En tanto que el pediátrico Roberto Gilbert, de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, atendió a tres niños. Ana Soria, Jefa de la Unidad de Quemados, afirmó que se ha logrado reducir el número de menores afectados por el uso inadecuado de pirotecnia.
“Si hacemos una relación en el 2012 tuvimos un total de 38 casos y en el 2013 atendimos 20 casos. Logramos bajar la incidencia porque a inicios del 2013 teníamos un total de 11 pacientes. Entre noviembre y diciembre tuvimos tres”, explicó.
Uno de los pacientes es un adolescente de 16 años. Una camareta estalló en su mano izquierda lo que ocasionó la pérdida de la piel de todos los dedos.
El hospital Luis Vernaza también atendió a tres adultos que ingresaron con quemaduras por flama y fuegos artificiales. Manuel I. permanece en cuidados intensivos por quemaduras en el 55 por ciento de su cuerpo. Estaba alcoholizado cuando cayó sobre los años viejos que ardían frente a su casa.
Las campañas de prevención de quemaduras del Cuerpo de Bomberos y del hospital Roberto Gilbert se extenderán hasta el 12 enero. Para esa fecha se anunció la quema de los monigotes gigantes, elaborados en el suburbio guayaquileño.