El 23 será el debate sobre Yahuarcocha

Redacción Ibarra

Un olor desagradable perciben, desde la semana pasada, las vendedoras de pescado frito, en la ribera norte de la laguna de Yahuarcocha, cerca al ingreso principal.

Ellas creen que   la tubería del vetusto sistema de alcantarillado volvió a taponarse y solicitan al Municipio que les ayude.

Según Gloria Freire, presidenta de la Asociación Santa Marianita del Olivo, que agrupa a 20 vendedores, es un problema continuo que espera que se resuelva. El tema se planteará  en las denominadas  mesas de diálogo que convocará este mes el Cabildo. “Veremos qué pasa”.

Para el alcalde de Ibarra, Jorge Martínez, el pedido de las vendedoras es justificado. “El sistema de alcantarillado de Yahuarcocha está colapsado. Por eso, se declaró en emergencia y rige el estado de excepción”.

Martínez dice que el  23 de este mes se   reunirán  todos los sectores públicos y privados interesados en salvar este espacio.

El 13  de octubre del año pasado, el Concejo Cantonal  de Ibarra declaró en emergencia a la cuenca hidrográfica de la laguna Yahuarcocha.
 
De acuerdo con la resolución, este recurso natural está  en peligro grave de destrucción, por causa de una mala práctica turística, agresión ecológica, impacto negativo del ecosistema y falta de conciencia urbanística.

Desde entonces, todos los permisos para edificar y parcelar terrenos quedaron suspendidos, excepto en los poblados de San Miguel y El Priorato. Esta medida regirá hasta que se apruebe la ordenanza de actualización del Plan Integral de Yahuarcocha.

Este documento, según Martínez, será elaborado con el aporte de todos los sectores involucrados, los ministerios, Gobierno Provincial de Imbabura y los departamentos del Cabildo.

“Queremos devolverle a la Municipalidad la capacidad y la jerarquía de intervención en Yahuarcocha”, señala  Martínez. Según él,   se debe construir un nuevo sistema de alcantarillado en todo el pueblo.

El estado de excepción  permitirá conseguir el dinero, presentando los proyectos priorizados, agrega  Martínez.

La laguna, según las investigaciones del ex Fonsalci, tiene un espejo de agua  de 257 hectáreas y su perímetro es de 7 970 metros. La profundidad varía entre los 5   y 9 metros. Su deterioro se evidenció en dos ocasiones, con la muerte de miles de peces  en febrero de 2003 y entre  junio y julio de 2004.

Con la declaratoria de emergencia, el Municipio espera   más de USD 3 millones del Gobierno para recuperar y ordenar el uso de la laguna. Martínez plantea un trabajo interinstitucional para enfrentar la emergencia.

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