Diego F. Vivero L.
Se presentó a nuestro país, días atrás, en uno de los programas de cable más vistos a nivel mundial sobre turismo gastronómico, dirigido por el chef neoyorquino Anthony Bourdein. Al final del programa su anfitrión indica que de Ecuador solo sabía por las islas Galápagos y de ‘reojo’ nos veía en el mapa entre Colombia y Perú, llevándose, después de esta visita, la más grata de las impresiones. Fue una experiencia estremecedora al ver nuestro Quito conjugando su belleza patrimonial con sus delicias en sal y dulce, frente a un amplio Guayaquil hospitalario, de encebollado, guatita y cangrejo, y entre todo esto, un Puerto López, que como buena tierra manabita, ofrecía la mejor propuesta culinaria del país. Destinos turísticos, con menos de la mitad de lo que tenemos los ecuatorianos, han llegado mucho más lejos en su propuesta gastronómica mundial; ¿qué esperamos para hacer lo nuestro?
¡No estamos enfermos!
Muchas veces me he quedado con mis cartas a medio redactar o simplemente no las he enviado porque pensaba que hay que respetar la opinión ajena. Muchos lectores nos sentimos agredidos por epítetos que nos endilgan algunos periodistas, especialistas, analistas de la prensa, a todos los que no estamos en oposición al Gobierno.
¿Por qué quieren hacernos creer que somos un pueblo ingobernable, inmaduro, populista, copión de experiencias políticas fallidas, alienado, dormido, que siempre se equivoca eligiendo a sus gobernantes? … Le hacen decir a Santa Marianita que no moriremos dignamente bajo los embates de la naturaleza como terremotos, inundaciones, tsunamis, erupciones volcánicas. No, estamos condenados a desaparecer por los ‘malos gobiernos’, o sea por nuestra culpa. Si fuera verdad la piadosa advertencia de Marianita… lo siento, pero no la
acepto como ‘analista’ política.
Siento un imperativo moral de contrariar la opinión del Clínico Social (ignoro la universidad que confiera el tal título). Mi estimado colega de la PUCE Jaime Costales que entrevistado en días pasados por el Sr. Carlos Rojas, Editor(e)Político de EL COMERCIO, sobre la famosa ley de Comunicación.
Hasta aquí, nada tengo que reclamar, ya que soy consciente de su solvencia académica.
Mi malestar se genera al leer las preguntas sesgadas y claramente dirigidas (no todas) del entrevistador, tendientes a lograr la opinión contundente de Jaime contra cualquier control de los medios por parte de la ciudadanía a través del Estado.
¿Quién nos mandó consultar a este ‘Clínico Social’? Ahora salimos del consultorio con diagnóstico reservado: Los ecuatorianos somos sumisos y masoquistas sociales. Sólo faltó pedir interconsulta con los especialistas en oposición; Carlos Vera, Montúfar o Alberto Montaner.
Rubén Díaz Peralta
Nota de la Redacción: Ante la oportuna carta del Dr. Rubén Díaz, respecto de la entrevista realizada al clínico social, Jaime Costales, me permito señalarle que el cuestionario de preguntas no tiene como fin dirigir las respuestas del personaje hacia una posición antigobiernista. Deben ser muy pocos los ecuatorianos que no hayan palpado la saturación del mensaje oficial ante tanta cadena nacional y publicidad gobiernista, como para que este tema quedara por fuera de una entrevista cuyo fin fue analizar el control social que el poder puede realizar a través de los medios.
Carlos Rojas, editor (e) Política