La Universidad Espíritu Santo y la Universidad San Francisco de Quito organizan el Panel Perspectivas Económicas 2016. Foto: Enrique Pesantes / El Comercio
Todos ellos coincidieron en que los presagios de una recesión y de una caída de los depósitos en Ecuador se han cumplido. La noche del martes 19 de enero del 2016, cuatro analistas económicos se reunieron en el auditorio de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) de Guayaquil para analizar y debatir sobre el escenario del Ecuador para este 2016.
Como anfitrión y director del Instituto de Estudios Económicos de la UEES participó en el panel el exvicepresidente Alberto Dahik. Con él participaron del panel Santiago Bucaram, director del Instituto de Estudios Económicos de la Universidad San Francisco de Quito; Jorge Calderón, decano de la Facultad de Economía de la UEES; Sebastián Oleas, exdirector académico de Cordes; Santiago José Gangotena, profesor asistente de la USFQ; y Jeffrey Vizueta, director del MBA de la UEES.
La intervención de Dahik, que cerró el panel, fue una de las que convocó mayor interés de los asistentes. Allí, el exvicepresidente volvió a la analogía de la economía de Ecuador como un paciente en terapia intensiva que requiere una atención urgente. A su criterio, Ecuador ya vive una recesión y sobre ello propuso proteger al sistema financiero. “La recesión puede deteriorar tanto la cartera de la banca que se puede afectar. Lo primero que se debe procurar es evitar el riesgo de que se afecte el sistema financiero”.
Al respecto propuso, tal como lo ha hecho en intervenciones recientes, la necesidad de ir a los organismos multilaterales “a armar un paquete financiero sólido, porque eso nos dará la cantidad de liquidez de reserva monetaria para parar la hemorragia de depósitos y generar confianza”.
Dahik aprovechó la cita para reiterar que su propuesta del timbre cambiario, que la esbozó por primera vez en julio del 2015, es parte de un programa integral y no una salida aislada. El presidente Rafael Correa ha manifestado en más de una ocasión que le agrada la propuesta del timbre cambiario, como una medida para equilibrar la balanza comercial, e incluso presentó su propia versión de la propuesta de Dahik. Este mostró sus dudas sobre cómo el Gobierno la podría aplicar.
“Se ha tergiversado mi propuesta (del timbre cambiario). Veremos qué es lo que sale finalmente del Gobierno, pero yo he sido enfático, es parte de un programa, y tiene que hacerse como lo he sugerido, o el remedio resultará peor que la enfermedad”.
Bucaram, quien abrió las intervenciones de aproximadamente 20 minutos, también expuso un panorama pesimista sobre la economía ecuatoriana para el 2016. Expresó, como lo hicieron otros panelistas después de él, sus críticas a la imposición de salvaguardias. “En Colombia, Perú y Brasil las monedas se han empezado a depreciar, o sea que el mismo mercado ha hecho que aquellas caigan, y todos ellos tienen problemas en sus balanzas comerciales. Hay que tomar medidas correctivas que ataquen al problema y no al síntoma.”
Oleas acentuó sus críticas a la dependencia excesiva del país al petróleo, y sobre cómo el actual Gobierno, a su criterio, ha hecho poco por cambiar esa realidad. “Este influjo de recursos petroleros cambió el balance hacia el sector público, al ser un gran comprador. Nos acabamos hasta los últimos ahorros del influjo petrolero y por eso recurrimos al crédito”.