Rueda prensa en la foto Pamela Troya Germán Rodas y Jorge Acosta en el Observatorio Ciudadano. Foto: EL COMERCIO
“El CNE debería entender que no le tenemos mala fe”. Con esas palabras, Germán Rodas defendió la tarea del Observatorio Ciudadano a la Función Electoral y al Consejo de Participación y llamó a la ciudadanía ecuatoriana a involucrarse en el control electoral para “poner un punto final a un grupo de personas que se reproduce a sí mismo y reproduce vicios del control hegemónico”.
El Observatorio Ciudadano a la Función Electoral y el Consejo de Participación cuestiona el procedimiento que lleva a cabo el Consejo Nacional Electoral (CNE) para nombrar a los miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. “El problema es que los cinco representan a la misma corriente ideológica. No es una pelea ni con el Gobierno sino a quienes a nombre de una visión hegemónica nos llevan a un concurso deslegitimado”, dice Rodas, socialista.
La semana pasada, René Maugé, del CNE, concurrió a la Fiscalía para solicitar que se investigara al Observatorio, que ha cuestionado la selección.
Isabel Proaño, una de las integrantes del organismo de veeduría ciudadana, se preguntó este lunes 11 de mayo del 2015: “¿Cómo podemos confiar posteriormente en el Consejo de Participación Ciudadana si vemos que este concurso no es transparente, se han cometido varios atropellos, desde el inicio hasta el final. Dónde está la independencia de poder?”.
Pamela Troya es activista Lgbti, pero participa a título personal en el Observatorio, el cual busca vigilar los procesos de la Función Electoral, incluidas las elecciones presidenciales del 2017, y del Consejo de Participación Ciudadana por dos años.
Troya dice creer en el poder ciudadano y en la participación. “Es lamentable que este concurso que va a conformar el Consejo de Participación Ciudadana reciba cuestionamientos que no se están respondiendo. Como Observatorio no acusamos, hacemos observaciones, recogemos posibles irregularidades que plantea la propia Veeduría Nacional, registrada en el CNE”.
Rodas propone que el Observatorio pida al CNE los estados de los contratos que pudieron haberse realizado en los últimos tres años. Contratos para establecer si los partidos y movimientos, previo a su inscripción, reunieron suficientes firmas.
Jorge Acosta, expresidente del extinto Tribunal Supremo Electoral, aseguró que los veedores y los observadores no son impugnantes, son acompañantes del proceso para transparentarlo. “No somos enemigos ni de instituciones ni de personas ni de procesos. Exigimos que todo se enmarque en la Constitución y la ley”.
Respondió que con las reglas de juego actuales no hay posibilidades de que haya transparencia. “Escamotear a la ciudadanía los respaldos de las hojas de vida no es transparente, que los primeros punteados sean del sector oficialista coincidencialmente no es transparente”.
Según Acosta, cuando René Maugé pidió a la Fiscalía investigar las denuncias que el Observatorio presentó al organismo se trata de “judicializar los hechos, para echar juegos pirotécnicos a nuestro reclamo. Y eso no es transparente. Nos quieren llevar al campo de las impugnaciones. Que si queremos decir algo contra los candidatos nos presentemos en esa fase”.
Paquita Morejón formó parte de Vigilancia Ciudadana al CNE. Señaló que su intención era garantizar la transparencia. “Lo mismo que nos une ahora a los miembros del Observatorio. Buscamos transparencia en la institucionalidad democrática del país. Es vital para Ecuador. Un CNE que no es transparente, ¿qué puede garantizar?”.