En Loja hubo una feria de artesanías de los saraguros. Los collares son productos estrella. Foto: Lilia Arias/ EL COMERCIO.
Arco iris, estrellas, triángulos, hojas… son algunos de los diseños que tejen las indígenas de Saraguro en sus collares. Pero desde el año pasado su uso se ha puesto más de moda entre las mestizas lojanas.
De tres a cuatro días toma la confección de un collar, dependiendo de su tamaño y complejidad. También se elaboran manillas, aretes y anillos con los mullos (piedras).
La artesana Zoila Gualán vende esa bisutería en la capital lojana. Ella es parte de la Mega Cooperativa de Artesanas Saraguras, que también exporta desde el 2010 a EE.UU.
La periodista lojana María del Rocío Coronel adquirió 12 collares de formas y colores distintos. En sus presentaciones como maestra de ceremonias luce esas prendas.
Está orgullosa cuando le preguntan por sus collares y dice que es una forma de mostrar la cultura lojana y la habilidad artesanal de las indígenas. Estas joyas las luce con ropa del catálogo de Augusto Celi.
Este diseñador de modas presentó su colección Saraguros en el 2010. En esa ocasión dio un realce a la bisutería, particularmente el collar de esa etnia.
Estas prendas también son utilizadas en varios eventos. En la última visita del presidente Rafael Correa a Loja, las 15 señoritas de protocolo del Municipio de Loja lucieron un traje negro con este tipo de collares.
Para la diseñadora de modas Jacqueline Ordóñez, la tendencia de lucir estas joyas gana espacio entre las mestizas, porque combina bien con vestidos y blusas escotadas y con cuello.
Por esa demanda las ventas subieron, dice Rosa Cango, de la Asociación Artesanal Sumak Ruray. Esta organización vende sus artesanías en el Parque Recreacional Jipiro de Loja. Laboran de martes a domingo, entre las 09:00 y las 16:00.
Rocío Coronel tiene varios collares hechos por saraguro. Prefiere lucirlos con prendas negras escotadas o con cuello. Foto: Lilia Arias/ EL COMERCIO.
Cada semana vende un promedio de seis collares, que cuestan entre USD 25 y 60, de acuerdo con el tamaño. Hace dos años solo vendía uno al mes. Las prendas pequeñas como anillos, manillas y aretes son más solicitadas porque cuestan menos, dice Cango. Hay anillos desde 50 centavos de dólar hasta USD 5.
En una mesa cubierta con un mantel blanco, ella expone sus artesanías. También tiene los mullos e hilos de distintos colores que utiliza para tejer.
Cada diseño tiene un significado en la cosmovisión andina. Según Cango, los más vendidos son los collares multicolores que representan al arco iris. También trabaja bajo pedido. La interesada deja un porcentaje del costo de la prenda. Así, Cango se asegura de que la clienta vuelva por su pedido.
Tania Ordóñez es otra aficionada de estos collares y ha comprado cuatro. A esta lojana le gusta lucirlos con ropa negra en eventos de gala, aunque aclara que se ven bien con todos los colores. Ella trabaja en Quito y se siente orgullosa de tener una prenda que identifique a su provincia.
En Loja existen cuatro lugares donde se exhibe y vende esta bisutería. Además del Parque Recreacional Jipiro están los centros artesanales Municipal y Parroquial y el edificio de la Prefectura.
En la parroquia rural de San Lucas y en el cantón Saraguro también se comercializan esas artesanías. En este último poblado, las indígenas tejen en el parque central, en los portales de sus casas o en los almacenes.