Los límites de la Inteligencia

Ecuador vive tiempos complejos, sobre todo por la serie de amenazas que enfrenta su seguridad. Una de las principales es el crimen organizado, vinculado sobre todo con el narcotráfico.

La lucha contra este flagelo tiene varias aristas. Una de las más importantes es la Inteligencia, es decir la capacidad de recabar información sólida sobre las dimensiones de una amenaza. De discriminarla y procesarla y ponerla al servicio del Estado.
Luego del bombardeo de Angostura, el 1 de marzo del 2008, el Gobierno reorganizó el sistema de Inteligencia en las Fuerzas Armadas y en la Policía. Ese ataque desnudó un sinnúmero de falencias, entre otras la falta de rendición de cuentas al poder civil.

El 3 de julio pasado entró en vigencia la Reforma integral a los procesos de la Secretaría Nacional de Inteligencia (Senain). Esta contempla la reestructuración integral del organismo, cuyo presupuesto para este año es de USD 60 millones.

El papel de la Senain y los alcances de sus investigaciones han sido el blanco de críticas, especialmente desde sectores de la oposición, tras la filtración de correos de la empresa italiana Hacking Team. Según esos documentos, la Senain habría adquirido el software Galileo, una tecnología capaz de penetrar ordenadores y celulares para espiar a sus usuarios, a través de la activación de las grabadoras y cámaras de los equipos.

Pese a que la Senain negó haber contratado el software, es indispensable que su principal autoridad, el oficial retirado Rommy Vallejo, explique públicamente cómo está operando la entidad, cuáles son los ámbitos de injerencia. Su inasistencia a la Asamblea, el miércoles pasado, para su rendición de cuentas, no abona al clima de confianza y transparencia indispensables en un sistema democrático.

El fortalecimiento de la Senain es crucial, nadie lo duda. Su orientación para combatir al crimen organizado lo justifica. Lo que no cabría es un posible atentado contra la privacidad de los ciudadanos, un derecho que está garantizado por la Constitución y la Ley.

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