Los expresidentes León Febres Cordero, Sicto Durán Ballén y Fabián Alarcón convocaron a una consulta popular. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
Sea consulta, referendo o plebiscito, el país ha tenido que acudir varias a veces a las urnas no para votar a favor de uno u otro candidato, sino por constituciones, leyes, reformas, etc. Muchas veces estuvo en juego la gobernabilidad. La ciudadanía votaba por el sí o por el no dependiendo de cómo calificaban al gobierno de turno.
Estas son algunas de las consultas que se hizo a la gente en este periodo democrático antes de la llegada del 2007.
15 de enero 1978
El país volvía a las urnas. Salía de una dictadura militar que había comenzado el 15 de febrero de 1972. La votación fue para decidir por una Constitución. Con el 43% de los votos, ganó la nueva Carta Magna por sobre la de 1945. El país comenzaba así su último periodo democrático hasta la actualidad.
1 de junio de 1986
León Febres Cordero vivía momentos difíciles en su administración. Planteó un referéndum para permitir a los independientes –no afiliados a partido político alguno- participar en contiendas electorales. Pero se trataba más de una consulta en donde se puso a prueba su popularidad.
La pregunta era: “Compatriota ¿Quiere usted que los ciudadanos independientes tengan pleno derecho a ser elegidos sin necesidad de estar afiliados apartido político alguno, confirmando así la igualdad de todos los ecuatorianos ante la ley?”
La derrota de Febres Cordero fue apabullante: el 56,85% votó por el ‘No’ y solo el 24% por el sí. El resto se dividió entre nulos y blancos (que aún contaban en los comicios).
28 de agosto de 1994
Durante la presidencia de Sixto Durán Ballén, presentó siete preguntas. En todas ellas ganó las propuestas excepto una: la de permitir que los congresistas manejen fondos del Estado. Ganó también en aquella que había planteado Febres Cordero sobre la participación de independientes en las elecciones.
La primera pregunta tenía que ver con la potestad del presidente de presentar reformas a la Constitución y que el Congreso debía aprobarlas o negarlas en un máximo de 100 días.
26 de noviembre de 1995
El gobierno de Sixto Durán Ballén volvió a consultar a la ciudadanía. Esta vez constaban 11 preguntas, que tenían que ver con descentralización. Sobre todo hubo dos que fueron las que capitalizaron el proceso: sobre la libertad para optar por un seguro privado o mantener la obligatoriedad por el IESS y la posibilidad del Presidente de disolver por una sola vez el Parlamento.
Pero ya fue un año duro para Durán Ballén, que perdió en todas las preguntas, con un promedio del 60%. Y había una razón: su vicepresidente Alberto Dahik se vio envuelto en escándalos de corrupción.
25 de mayo de 1997
El gobierno de Fabián Alarcón necesitaba legitimarse luego de la destitución de Abdalá Bucaram luego de la movilización que se dio en Quito y otras ciudades del país. Pero entre las 13 preguntas y una disposición final.
Las más importantes eran las tres primeras:
Pregunta 1: ¿Ratifica usted el mandato popular de las jornadas de febrero ejecutado en la decisión del Congreso Nacional que resolvió cesar en las funciones de Presidente Constitucional de la República al Abog. Abdalá Bucaram?
Pregunta 2: ¿Está usted de acuerdo con la resolución del Congreso Nacional que, al cesar en sus funciones al ex-Presidente Constitucional de la República Abog. Abdalá Bucaram, eligió como Presidente Constitucional Interino de la República al Dr. Fabián Alarcón Rivera, hasta el 10 de agosto de 1998?
Pregunta 3: ¿Está usted de acuerdo en que se convoque a una Asamblea Nacional con el exclusivo propósito de que reforme la Constitución Política del Ecuador?
Una nueva Constitución vendría para el país: la de 1998. Y solo perdió en una pregunta, la que tenía que ver con la votación en plancha. Los ecuatorianos prefirieron que fuera por candidato.