El Suburbio de Guayaquil vivió cuatro horas de fe por el Cristo del Consuelo

La procesión del Cristo del Consuelo, se desarrolló el viernes 30 de marzo de 2018 en el suburbio de Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

La procesión del Cristo del Consuelo, se desarrolló el viernes 30 de marzo de 2018 en el suburbio de Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

La procesión del Cristo del Consuelo, se desarrolló el viernes 30 de marzo de 2018 en el suburbio de Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

La imagen de Cristo, envuelta en un rosario de rosas rojas, se elevó al atravesar el puente de la A, en pleno suburbio guayaquileño. Dos horas antes había salido desde su emblemática iglesia para inundar con fe y esperanza a este populoso sector del suroeste del Puerto Principal.

Desde las 07:00 de este viernes 30 de marzo del 2018 se desarrolló la edición número 58 de la tradicional procesión de Cristo del Consuelo. Esta es la segunda ocasión en que los fieles siguen una nueva ruta de penitencia, hasta el Monumento de la Fe, ubicado en una explanada del sector Cisne II, a orillas del estero Salado.

María Eugenia Quiñónez soportó las quemaduras que le causaba la cera caliente que se desprendía de la vela que portó en señal de gratitud. “Ningún sacrificio se compara con lo que Jesús hizo por nosotros. Para Él nada es imposible”, dijo mientras se adelantaba a la caminata, en medio de oraciones.

La procesión del Cristo del Consuelo, se desarrolló el viernes 30 de marzo de 2018 en el suburbio de Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

El recorrido de 25 cuadras fue multitudinario. Se calcula que medio millón de católicos se une cada año a esta devoción, que comenzó en 1960 en Guayaquil. Desde entonces va aumentando su magnitud cada Viernes Santo.

Por altoparlantes, algunos vecinos del sector siguieron los rezos del viacrucis. Otros compartían testimonios de milagros: enfermedades que desaparecieron, familias restauradas, mujeres que rogaban por tener hijos, negocios que prosperaron…

La procesión del Cristo del Consuelo, se desarrolló el viernes 30 de marzo de 2018 en el suburbio de Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

Leopoldo Pazmiño sufrió un accidente que lo dejó inmóvil por varios meses. “Pero confié en el Cristo y en su poder; y aquí estoy, agradecido”, contó mientras avanzaba en medio de esta marea de fe, de rodillas.

El Cristo salió muy temprano, escoltado por policías y sacerdotes, desde su santuario que ha sido renovado en el último año. El padre Ángel Villamizar, párroco de la iglesia, pidió a los fieles su colaboración para continuar las mejoras en el templo. Y los motivó a seguir caminando con el Cristo, en penitencia y regocijo.

La procesión del Cristo del Consuelo, se desarrolló el viernes 30 de marzo de 2018 en el suburbio de Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

En todo el trayecto se activó un operativo de seguridad con policías, médicos, bomberos, voluntarios de protección civil y agentes de tránsito. El mayor Luis Páez, del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, explicó que 160 voluntarios fueron distribuidos a lo largo del trayecto para atender emergencias. También instalaron seis motobombas para rociar a los sedientos caminantes.

La imagen de la cruz se abría paso en medio de los chorros de agua de las unidades bomberiles. Las plegarias se confundían con el grito de los vendedores, que expendían todo tipo de productos en las veredas o al paso. Otras personas, en cambio, regalaron agua y otras bebidas a los fieles, como una ofrenda a Jesús.

La procesión del Cristo del Consuelo, se desarrolló el viernes 30 de marzo de 2018 en el suburbio de Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

Cerca de las 10:00, el Cristo del Consuelo llegó a su altar frente al Salado. Fue recibido en medio de gritos y algarabía.

Monseñor Luis Gerardo Cabrera pidió a los fieles acercarse más a Jesús, no solo durante la Semana Santa, para practicar una misericordia sin límites. “Si conociéramos a Dios nuestras vidas cambiarían radicalmente. Una vez que hemos sido perdonados por Dios va a ser más fácil perdonar a los demás. El perdón sana las heridas del corazón”, dijo durante una corta reflexión al aire libre.

La procesión del Cristo del Consuelo, se desarrolló el viernes 30 de marzo de 2018 en el suburbio de Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

La procesión concluyó con un Padre Nuestro que hizo estremecer la plazoleta. Los fieles se tomaron de las manos a la espera de la bendición final por las familias, por los enfermos, los niños y los ancianos, por el país. Sus súplicas se sellaron con un amén.

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