Los 7 gobernadores jugarán un rol de contrapeso

Juan Carlos Pérez / El comercio


Juan Carlos Pérez / El comercio


Fue una imagen potente. El alcalde de Santo Domingo, Víctor Quirola, asistió ayer a la posesión de la nueva gobernadora, Doris Merino. Ella será la representante del Presidente de la República en Santo Domingo de los Tsáchilas. Quirola le ofreció un trabajo conjunto.

Su saludo marca la pauta de cómo serán las relaciones políticas en adelante. El Alcalde, del partido Avanza -aunque muy cercano al presidente Rafael Correa- ofreció a Merino su total colaboración.

La flamante gobernadora, según cuenta la asambleísta de Alianza País por Santo Domingo, Johanna Cedeño, tendrá que fortalecer la imagen del Ejecutivo. “Si tenemos un Presidente carismático y cercano a la gente, lo mismo esperamos de sus representantes en los distintos territorios”. Por eso, entre los objetivos que deberá cumplir está liderar el equipo provincial según la línea política del Gobierno.

Al igual que en Santo Domingo, el presidente Rafael Correa nombró a otros seis gobernadores. El factor común es que en esas provincias, el oficialismo perdió fuerza electoral.

Leonardo Berrezueta, flamante gobernador del Azuay, admitió que su nombramiento es parte de una estrategia a para recuperar los espacios perdidos. En las pasadas elecciones, la alianza opositora Participa-Igualdad se alzó con la Prefectura y la Alcaldía de Cuenca.

Berrezueta palpó de cerca el poder de este movimiento regional, cuando en su calidad de concejal no pudo ser designado Vicealcalde. Por eso Correa optó por nombrarlo Gobernador, poniéndolo así en un nivel estelar en la política cuencana.

No es la primera vez que Berrezueta ocupa ese cargo. Lo hizo ya en el 2011, donde tuvo un papel muy crítico con los opositores al Gobierno, entre ellos el prefecto Paúl Carrasco.

Si bien él reconoce que existe un nivel de confrontación, su principal interés -dice- será acercarse y escuchar a la gente en los barrios y comunidades, reforzar los comités barriales y gestionar las obras comprometidas por el Gobierno central.

La secretaria ejecutiva de Alianza País, Doris Soliz, señala que no es acertada la hipótesis de que el Ejecutivo cambió a sus gobernadores para fortalecer su presencia política.

Ello pese a que en provincias como Sucumbíos o Zamora Chinchipe, las autoridades electas son opositoras. O, como sucede en Imbabura, donde Alianza País cedió espacios a fuerzas como Avanza, partido aliado al oficialismo.

Para Soliz, la principal misión que tienen los gobernadores
es representar al Ejecutivo en las provincias e impulsar los cambios que se trazan.

En ese sentido, descarta que la llegada de un determinado gobernador tenga como objetivo recuperar espacios políticos.

“Nosotros, como Alianza País, estamos fortaleciendo nuestras bases y creciendo políticamente. Ese es el espacio desde donde se trazan estos objetivos y no necesariamente desde una Gobernación. En lo que Soliz fue enfática es que cada uno de los gobernadores recién nombrados tendrán apertura al diálogo con las fuerzas y sectores provinciales.

Precisamente, el prefecto de Imbabura, Pablo Jurado (Avanza), espera que con la llegada del nuevo gobernador de Imbabura, Diego García, haya una relación cordial. “Tal como dice el presidente Correa, mi partido y Alianza País son aliados, por lo que si hay algún tipo de provocación nos comunicaremos con el Presidente”.

García compitió con Jurado para la Prefectura, pero este perdió la reelección. Su nombramiento como gobernador, entonces, abre otra interrogante: ¿Correa está garantizando un espacio político a personajes que fueron derrotados electoralmente el 23F?
A la situación de García se suman Berrezueta y Yoffre Poma, quien era alcalde de Lago Agrio y ahora asumió la Go­bernación en Sucumbíos. Además, fue el impulsor de una consulta popular a favor de la explotación del ITT en el Yasuní, que recibió el reconocimiento de Gobierno.

Soliz, en el caso de Berrezueta y García, resalta los resultados exitosos de su gestión cuando fueron gobernadores en años anteriores, por lo cual no ve problemas en que su colaboración continúe. E insiste en que su papel de coordinación y diálogo serán claves.

El sociólogo Jorge Cabezas dice que el nuevo gobernador del Carchi, Diego Landázuri, tiene un duro trabajo: conciliar a la provincia integrada por cuatro alcaldes de la alianza Avanza-Integración Democrática y dos conservadores. Además deberá reunificar al movimiento Alianza País en el Carchi, que está fraccionado en cinco grupos.

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