Hace 25 años se detectó el primer caso de VIH en Ecuador y mientras se incrementaban los casos, se convirtió en una de las principales preocupaciones en el área de salud. Incluso se volvió un tema de atención prioritaria y en 2008, por ejemplo, el Estado destinó USD 4 millones para la lucha contra el sida; en 2009 subió a USD 6 millones y para el próximo se incrementará a USD 7 millones.
Asimismo, la enfermedad se expandió en el país y los casos se incrementaron con rapidez. Los médicos argumentaron que, entre otras cosas, se debió a que se ampliaron las posibilidades de realizarse pruebas de diagnóstico. Así, para 2006 se hablaba de 6 000 pacientes con VIH y que dos años después se registró un incremento del 85%. Hasta el año pasado, el Ministerio de Salud contabilizó 13 000 casos y para este año subieron a 19 894, es decir, 6 894 nuevos casos detectados solamente en este año.
Según Onusida, ahora 33,4 millones de personas viven con el virus de VIH en el mundo. De ellos, 2 millones están en Latinoamérica. Marcelo Aguilar, subsecretario de Salud del Litoral, indicó que la transmisión de la infección está en todo el país y que Guayaquil concentra aproximadamente el 75% de los casos. Las formas comprobadas médicamente para contraer el sida son por medio de las relaciones sexuales, de madre a hijo y por transfusión de sangre. En el país, el 95,7% de casos es por la primera causa.
El testimonio de aquellos días
Walter Moya. Médico ginecólogo especialista en VHI
‘La prensa ayudó a desmitificar y a prevenir el sida’
Redacción Sociedad
A partir de 2005, en la Maternidad Isidro Ayora se empezaron a ofertar las pruebas de tamizaje para VIH, dirigidas a las madres embarazadas. Eso fue una gran ayuda para ellas, ya que les permitió saber si tenían o no esta infección.
Incluso eso hizo que se registre un crecimiento rápido de los casos, ya que al aplicar las pruebas se pudo descubrir un mayor número de pacientes.
¿Por qué está aquí?
Su experiencia. Es ginecólogo con 22 años de experiencia. Es el médico responsable de la Clínica de VIH del Hospital Gineco-obstétrico Isidro Ayora, de Quito. Integra el área de VIH que fue abierta en 2002 en esta casa de salud, para atender a las madres embarazadas que den positivo para esta infección.Al mismo tiempo, el Ministerio de Salud (MSP) declaró prioritaria a la prevención de la transmisión materno infantil de VIH. Así, si una madre resulta positiva, se aplican varias medidas como administrarle medicamentos antirretrovirales, realizarle la cesárea cuando ya está a término y dar al recién nacido leche maternizada.
Con eso se consiguió que el porcentaje de niños infectados sea bastante bajo. En 260 pacientes, atendidas en nuestra institución a partir de 2002, se logró que sus niños nacieran sin la infección.
En cuanto a la prevención, a la madre le hemos dado consejería antes de la prueba y, sobre todo a quienes resultan positivas ayudamos a que den a luz hijos sanos. Además, uno de los logros más importantes es que la madre acepte su condición.
Con los avances de la ciencia, el VIH ya no es una enfermedad mortal inmediata. Pues al aplicar la medicación que el MSP da a los pacientes, pasó a ser una enfermedad crónica.
En este momento, por ejemplo, tenemos parejas de pacientes que siendo ambos positivos, quieren tener descendencia. Y para eso estamos consiguiendo vencer a la epidemia en las madres embarazadas.
Además, la prevención se volvió menos complicada. Los medios de comunicación hablan cada vez con más frecuencia del tema. Eso ayuda a que la población esté más enterada y acceda a las pruebas y al tratamiento. El VIH dejó de ser un mito.
Ahora el problema en nuestro país es la discriminación. En eso aún hay que trabajar porque se cree que un paciente infectado con VIH, es alguien que no puede laborar ni tener una vida normal pero es todo lo contrario siempre y cuando tenga una vida ordenada, tome la medicación y no caiga en excesos. Educar a la gente permite evitar ese discrimen, pero también conocer para mejorar la prevención.
Los medios de comunicación también ayudan a que ya no sea un tema tabú, al volverlo una noticia del día y poner énfasis en los logros. Por lo tanto la población cada vez se interesa más acerca de esta enfermedad.
Esto permite que la población vaya perdiendo el miedo a la enfermedad y en especial a los pacientes con este problema.
El médico también tuvo que especializarse y, a escala nacional, se avanzó sustancialmente. Hace siete años no había gente preparada, pero ahora en casi todas las provincias ya tienen conocimiento. El Programa Nacional del Sida y organismos internacionales se encargaron de capacitarlos.
Con la tecnología y la globalización conocemos todos los días las investigaciones y los descubrimientos cada vez son más amplios. Pero no así en cuanto a todos los medicamentos antirretrovirales. Estamos con los de segunda línea, que para nuestro medio están adecuados; los recién descubiertos se tendrá en poco tiempo, aunque el costo es elevado y no hay presupuesto para adquirirlos.
Que un niño, hijo de una madre con VIH, nazca sano es nuestro mejor estímulo en la lucha contra esta infección.