Nueva fase de demoliciones en Manabí y Esmeraldas

En Pedernales, el hotel Yam Yam es demolido parcialmente por una grúa del MTOP y quedará reducido a dos pisos. Foto: Juan Carlos Pérez / Para EL COMERCIO

En Pedernales, el hotel Yam Yam es demolido parcialmente por una grúa del MTOP y quedará reducido a dos pisos. Foto: Juan Carlos Pérez / Para EL COMERCIO

En Pedernales, el hotel Yam Yam es demolido parcialmente por una grúa del MTOP y quedará reducido a dos pisos. Foto: Juan Carlos Pérez / Para EL COMERCIO

La estructura de un hotel de seis pisos, en el centro de Pedernales, es demolida poco a poco por una grúa que llegó hace dos semanas a este cantón para desmontar las edificaciones afectadas por el terremoto del pasado 16 de abril del 2016.

Estos trabajos se llevan a cabo desde el 16 de mayo pasado en la calle González Suárez, al pie del hotel Yam Yam, que quedará reducido a dos pisos.

Estas tareas son parte de las demoliciones de inmuebles que el Ministerio de Transportes y Obras Públicas (MTOP) retomó en marzo pasado en Manabí y Esmeraldas.

En estas dos provincias aún existen edificaciones que fueron afectadas por el sismo.

No hay datos sobre cuántas hacen falta por desmontarse, pero el MTOP tiene una lista preliminar sobre los edificios que serán demolidos en estos meses, atendiendo un pedido de los cabildos. 

Pedernales es el punto de partida de esta segunda etapa de demoliciones, que estuvo suspendida casi seis meses. En septiembre del 2016 se hicieron las últimas remociones de estructuras de la primera fase y luego se paralizaron.

Hasta ese entonces, el MTOP demolió 11 132 edificaciones en las dos provincias, con una inversión que llegó a USD 112,4 millones.

Las autoridades municipales de Portoviejo y Manta informaron que los retrasos se generan por contratiempos con los propietarios de los predios, quienes no deciden si derrocar parcialmente o en su totalidad la estructura de su inmueble.

En otros casos existen dueños que se oponen a que se derribe su edificio y por eso no han iniciado los trámites para solicitar las demoliciones.

Los cabildos disponen la ejecución de las demoliciones a medida que reciben los pedidos de los propietarios; por eso no hay certeza de cuántos hacen falta por demoler, dice el director de Desarrollo Territorial del Municipio de Portoviejo, Patricio Vélez.

El ministro del Transporte, Boris Córdova, informó vía cuestionario a este Diario que las demoliciones de las áreas y edificaciones afectadas debieron terminar el 15 de septiembre del 2016. Pero los trabajos se ampliaron a una segunda etapa, porque aún hacen falta solicitudes de los propietarios de los inmuebles dañados.

Según el Protocolo de Demolición y Remoción de Escombros del Ministerio Coordinador de Seguridad, las órdenes para desmontar inmuebles deben ser solicitadas por los municipios una vez que se cuente con los informes de la inspección técnica que realiza el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda.

Los dueños de los edificios tienen sus propios argumentos para resistirse a las demoliciones.

Por ejemplo, los propietarios de los hoteles Las Rocas, Pacífico, Capri y el centro comercial Bigote, en Manta, no las aceptan porque hasta el momento no les otorgan créditos bancarios para reconstruir.

El presidente del gremio de hoteleros, Plutarco Bowen, sostiene que nadie les garantiza que al derrocar puedan pronto volver a reconstruir.

“Si no tenemos la aprobación de los préstamos, o por lo menos en marcha, no aceptaremos que nos demuelan”.

El año pasado se avanzó sin inconvenientes con los derrocamientos, porque eran estructuras que representaban un extremo peligro para las personas. Además, los trabajos fueron íntegros, es decir, demoliciones totales que incluso fueron solicitadas voluntariamente por los propietarios, agrega el alcalde de Manta, Jorge Zambrano.

En Pedernales, el proceso de demoliciones se regularizó luego de que la consultoría que se contrató para inspeccionar las afectaciones de los edificios entregara los informes.

En este cantón, una grúa hidráulica contratada por el MTOP trabajará en la demolición parcial de 10 edificaciones.
La semana pasada se demolió en su totalidad el edificio de cinco pisos del Municipio que fue seriamente afectado.

En los cantones Atacames, Quinindé y Esmeraldas está en marcha la contratación de una empresa que se ocupará de demoler los edificios con daños.

Se trata de 159 inmuebles para esta segunda fase. El año pasado se demolieron 379.

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