Por fuera parecía una casa normal del barrio Abdón Calderón de Quevedo (Los Ríos). Pero adentro funcionaba un negocio que se supuestamente se dedicaba a la comercialización de repuestos de motocicletas al margen de la ley.
Así lo determinaron los agentes policiales en sus investigaciones. Por eso, elementos de la Policía Judicial, Criminalística, GOE y el fiscal Wilson Viteri realizaron un operativo en ese sitio y encontraron de piezas de motos nuevas y usadas como “amortiguadores, cuadrantes, tubos de escape, carcazas, partes de motores, rulimanes, etc.
De los siete delitos principales que se registran en el país (robo de casas, vehículos, homicidios, asesinatos, atracos a locales, robos a personas y robos de motos), uno se ha incrementado. Se trata del robo de motocicletas. El Ministerio del Interior refiere que en el 2012 hubo 433 casos y en el 2013 se reportaron 521 a escala nacional.
Los informes de la Policía indican que los sospechosos no tardan más de cinco minutos en encender ese tipo de vehículos y escapar. Los investigadores también han determinado que las motos sustraídas son comercializadas en los pueblos y recintos alejados del país en donde hay máquinas que circulan sin identificación
En otros casos, las motos son desarmadas para vender repuestos como ocurrió en Quevedo. Los agentes encontraron debajo de una escalera una bodega, en donde había otra cantidad de pernos, tuercas, cadenas, y una infinidad de tornillos, al igual que asientos, parrillas, guardafangos, motores y un arma de fuego de fabricación artesanal.
En el operativo no hubo detenidos, pero las evidencias fueron trasladadas a las bodegas de la Policía Judicial hasta que el propietario de las piezas acuda a respaldar lo decomisado con documentos.
El fiscal Wilson Viteri manifestó que en la vivienda no había un letrero que anuncie la presencia de un taller mecánico. Por la fachada parecìa una tienda de víveres.