Juan Pablo Reyes alimenta a los camarones en las piscinas de la camaronera La Bonita ubicado en el sector las pampas de Pagua en la provincia de El Oro. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
De sus 42 años, Pedro Villamar, oriundo de Manabí, ha pasado 20 trabajando en la producción y cultivo de camarón.
Cuando comenzó, recuerda, se trabajaba con larvas de camarón silvestres, los productores no acostumbraban a usar sistemas de oxigenación, y no era común utilizar alimento orgánico para el camarón.
“Con la mancha blanca todo cambió, todo es más técnico. Ha pasado mucho tiempo”, cuenta Villamar mientras recorre una de las 21 piscinas de la camaronera La Bonita, en Pagua (El Oro) en donde labora como supervisor de piscinas.
Este trabajador es uno de los 90 000 que forman parte de este sector productivo, y fue testigo de lo que cataloga como “la catástrofe” más grande del camarón, el virus conocido como de la Mancha Blanca, que mermó las exportaciones de USD 900 millones a 300 millones en tres años desde 1999.
15 años después, Pedro es testigo del momento cumbre de este sector. En el primer trimestre del 2014 las exportaciones fueron de USD 634,9 millones, es decir, USD 301 millones más de lo que se vendió en ese mismo período el año anterior, según cifras del Banco Central.
A pesar del buen momento, la tranquilidad de quienes forman parte de la cadena productiva del camarón mengua frente a varias problemáticas.
El Sistema General de Preferencia (GSP), con el que el camarón ingresa pagando un 3,6% de arancel a Europa, finaliza el 31 de diciembre. Esa es la primera preocupación de los exportadores, puesto que sin un acuerdo este subiría a 12%.
En abril, durante la segunda ronda de negociaciones, el ministro de Comercio Exterior, Francisco Rivadeneira, anunció que se buscaba eliminar el arancel y aunque el gremio exportador esperaba que en junio, durante la tercera ronda, las negociaciones terminaran, estas se extendieron; la cuarta ronda comenzará mañana.
José Antonio Campusano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura, considera que este acuerdo con la UE es vital para seguir compitiendo “bajo condiciones que nos permitan mantenernos en el mercado, porque no tener un beneficio arancelario prácticamente nos deja fuera”.
Apuntar a nuevos mercados podría ser una salida; sin embargo, Campusano cree que Europa es un mercado que no se puede reemplazar. “Brasil tiene 30 000 toneladas de déficit que pudiéramos suplir, pero tienen una barrera sanitaria”, menciona el empresario.
Las exportaciones del producto han tenido una tasa de crecimiento promedio anual de 28,32% del 2009 al 2013.
En estos cuatro años, en los que el país ha incrementado sus exportaciones, en Asia los principales países competidores de Ecuador han enfrentado una plaga que diezma la producción en las camaroneras hasta en un 80% en algunos casos, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y que ya llegó a México.
Se trata del síndrome de mortalidad temprana del camarón (EMS, por sus siglas en inglés). Si bien las altas tasas de mortalidad del camarón en Asia influyeron el incremento de las exportaciones de Ecuador, el riesgo de que la plaga toque el país está latente, pues todavía no hay una forma de detenerlo.
ElViceministerio de bimplementó en julio del 2013 una barrera sanitaria para el camarón; sin embargo, los expertos creen que esta medida no es suficiente.
Alberto Bayas, consultor especialista en sistemas de producción asiáticos, afirma al país le hace falta bioseguridad. “Yo vine hace poco de Tailandia, entré a varias compañías y nadie me pidió desinfectarme las manos”, comenta.
Campusano, en cambio, considera que aunque es probable que llegue esta enfermedad, el gremio no es el mismo de los 90. Hay avances en el uso de probióticos, alimentación orgánica y en cría de larvas. “No podemos pensar que el impacto sería menor, pero sí dar esperanzas de una pronta recuperación”, asegura.
Mauricio Ollague, biólogo, cree que la mentalidad de quienes están dentro del negocio debe cambiar, deben invertir más en tecnologías que aseguren la crianza de camarón sano y resistente a plagas.
Alex Elghoul, gerente de laboratorios Aquatropical que trabaja con larvas, añade que el Gobierno debería crear un centro de investigación solo para el camarón, para que el sector no esté vulnerable.