Foto: Captura de pantalla de la cuenta Twitter @crisrivadeneira
El ‘tuit’ que este jueves 10 de marzo envió María Cristina Rivadeneira, anunciando su renuncia irrevocable al Ministerio de Turismo, donde se desempeñaba como Subsecretaria de Mercados, confirma una tendencia: las redes sociales han replanteado el ejercicio del gobierno.
Los formalismos han quedado de lado. Ya para qué esperar a que el Registro Oficial publique decretos, leyes o resoluciones si sus autores hacen de sus cuentas virtuales el baúl de las noticias exclusivas.
La inmediatez con la que ahora se conoce un hecho vuelve prácticamente imposible esperar a esa solemne gaceta de papel periódico depositaria de las decisiones más importantes del país.
Ahora los hechos se difunden uno tras otro dejando la impresión de que la ciudadanía está mejor informada que antes.
Siguiendo el caso de la subsecretaria Rivadeneira, se puede concluir que el escándalo por sus declaraciones en Berlín, asegurando que eran previsibles los riesgos que corrían las dos jóvenes argentinas asesinadas en Montañita, nació y murió en las redes sociales.
Sus declaraciones se ‘viralizaron’ en cuestión de minutos y, casi el mismo tiempo, la gente reaccionó en su contra. Los cuestionamientos por la forma en la que habló de este caso ante la prensa alemana se multiplicaron de forma exponencial, al punto que también el Ministerio de Turismo debió usar las redes sociales para difundir un comunicado oficial rechazando el traspié de la funcionaria. Y hasta el mismo ministro de Turismo, Fernando Alvarado, intentó aplacar el impacto del tema por Twitter.
Las redes sociales también se convierten en espacios desde donde se investiga el crimen y se arman las principales hipótesis que a la justicia ordinaria le tarda años en comprobar. La forma en la que el ministro del Interior, José Serrano, administra su cuenta de Twitter es un ejemplo.
A propósito del caso Montañita, el funcionario se adelantó a los protocolos de investigación y procedimientos judiciales para asegurar que las jóvenes argentinas fueron asesinadas por dos hombres, cuando ellas aceptaron alojarse en la vivienda de uno de ellos. En esta ocasión, el Twitter de Serrano desató una serie de críticas, al punto que las familias de las muchachas asesinadas pidieron la intervención de la Justicia argentina para aclarar el caso.
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Pero si hay un lugar donde la política bulle es en las redes sociales. Y personajes como el presidente Rafael Correa ejercen su poder desde este espacio. Por ejemplo, el pasado 5 de febrero, el Primer Mandatario descabezó a la Cúpula Militar luego de que sus integrantes rechazaran públicamente la decisión del Gobierno de descontar de las cuentas del ISSFA los USD 41 millones que supuestamente el Ministerio del Ambiente pagó en exceso por unos lotes donde se construyó el Parque Samanes.