El proceso previo al reclutamiento se realizó en una unidad educativa de Santo Domingo. Foto: El Comercio.
Los últimos abrazos, bendiciones y deseos de buena suerte para los jóvenes que acudieron al acuartelamiento en Santo Domingo de los Tsáchilas, en el occidente del Ecuador, se dieron a las 16:00 de este sábado 5 de marzo del 2016.
Familiares de los aspirantes acudieron a la unidad educativa Madre Laura, para apoyarlos anímicamente antes de que se embarcaran en los buses que los trasladaron a los repartos militares del Oriente ecuatoriano. Según Ángel Torres, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, en la provincia, unos 210 jóvenes de 18 a 22 años resultaron idóneos para este proceso de formación militar que durará seis meses.
Los jóvenes reclutados en Santo Domingo realizarán su fase de preparación en Lago Agrio, Francisco de Orellana y Shushufindi. En los alrededores del patio de la unidad educativa Madre Laura se hizo una línea divisora con cabos para que los familiares no interrumpieran el proceso de verificación de documentos y los chequeos médicos y psicológicos.
Cientos de personas observaban cómo los aspirantes sostenían sus maletas o cajones de madera en medio del intenso sol. Los que no lograron un cupo, como Manuel R., de 18 años, mantienen la esperanza de volver a presentarse en los futuros llamados.
Hoy no pudo ser considerado, porque su cédula se extravió en la aglomeración. Para la movilización de los aspirantes se emplearon buses particulares y también los del Ejército. Los primeros emprendieron el viaje pasadas las 17:00.
Mientras que los vehículos oficiales debieron esperar hasta el siguiente día. Mientras tanto, esta noche una parte de los reclutados pasará en el destacamento Chigüilpe. Esta fue la primera llamada para los jóvenes nacidos en 1997. A escala nacional se aspira a reclutar a unos 5 000 jóvenes en las siguientes dos llamadas.