Telar de los sueños es un sistema de captación de dinero solo para mujeres. Foto: Captura
La existencia de un sistema de captación de recursos destinado a las mujeres, que no tiene reconocimiento por parte de las entidades gubernamentales especializadas, genera reacciones. Se trata del denominado ‘Telar de los Sueños’ o también conocido como la ‘Flor de la Abundancia’.
Wilson Araque, PhD en Administración y director del Área de Gestión de la Universidad Andina Simón Bolívar, encontró tres características que explican por qué funciona este tipo de formas de captar dinero. Se trata de un sistema piramidal diseñado para mujeres, en el que una persona entrega USD 1 400 con la promesa de que en un mes recibirá USD 11 200. Ese monto resulta de multiplicar los USD 1 400 por ocho, pues son ocho mujeres las que “aportan” para cumplir el “sueño” de una; esta última es la que las motiva a la inversión.
Para que esas ocho mujeres reciban USD 11 200 -cada una- se necesitan de 64 personas y, de ser así, solo en un telar se habrán movido USD 89 600.
Según Araque, la primera característica de este tipo de sistemas es que se basan en el interés; es decir, “ganar el dinero de forma rápida”. Señala que en un inicio puede funcionar y la gente puede recibir ese dinero; sin embargo, advierte, que un esquema así es muy difícil de mantener en el largo plazo y según las experiencias de otros países siempre fracasan.
La pregunta es ¿hasta cuándo? Esa es su segunda característica.
“Llegará un momento cuando no se podrá seguir introduciendo más mujeres. Algunas recibirán algo, pero una gran cantidad de personas que se quedan a la mitad no obtendrán nada (de dinero)”, comenta.
El académico indica que quienes invierten sus recursos en estos sistemas no se preocupan de la variable de riesgo. “Hay un principio financiero básico que es a mayor rentabilidad, sea de una inversión o proyecto, viene un riesgo bastante grande. Si usted mete un monto y de la noche a la mañana le entregan ocho veces el valor de lo que colocó, es una rentabilidad, gigante y el riesgo también lo es”, explica el experto.
Esta tercera característica también está relacionada con lo legal, pues los telares funcionan sin un control estatal, paralelos al sistema financiero, lo que aumenta todavía más el riesgo.
‘Telar es solidaridad’
Para una mujer que prefirió identificarse como María y que aceptó dar su testimonio a EL COMERCIO, solamente en forma telefónica, el Telar no es una empresa y “no busca enriquecer a nadie”.
Ella asegura que hace dos meses y medio ingresó en lo que llama “movimiento solidario”. Lo hizo luego de acudir a una charla en la que otras mujeres contaban sus experiencias. En el tiempo que va dice que ya recibió USD 11 200 y ahora está en su segunda vuelta o ‘reciclaje’ y muy pronto espera conseguir sus siguientes USD 11 200.
Ella tiene el convencimiento de que el Telar no fracasará. Dice que solo ingresan personas de confianza, que todas conocen sus necesidades y se apoyan. “Pero si alguien no está comprometida con la solidaridad se le devuelve su “regalo”… Por eso, señala, no se han encontrado denuncias de estafas, porque esto no tiene fines de lucro”, dice.
Ella incluso asegura que en las reuniones a las que ha asistido, en las que se intenta ingresar a nuevas mujeres con “necesidades”, ha escuchado los testimonios de personas que, por ejemplo, perdieron sus casas tras el terremoto de abril pasado. “Ellas han podido reconstruir y nos han sabido agradecer a todas por haberle ayudado”.
Según la mujer, el telar no es un fraude porque las personas “regalan su dinero”, sus USD 1 400.