Detrás de las vallas, se ubican las personas que quieran darle la bienvenida al Sumo Pontífice. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
A media hora del cierre de la E35 por la llegada a Quito del papa Francisco el número de vendedores distribuidos a lo largo de la vía aumentó, desde comerciantes llegados de Perú que ofrecen productos con la imagen del Santo Padre hasta heladeros y distribuidores de bebidas refrescantes.
Sin embargo, una comitiva de funcionarios del Municipio de Quito y agentes metropolitanos inició un recorrido por la vía para desplazar a los grupos de vendedores que se ubicaban a los lados de la autopista.
Les notificaron que sin permisos no pueden vender ni ofertar sus productos en la zona. Asimismo, dieron a conocer que no se permitirá la presencia de personas y fieles en los parterres.
Aunque el operativo de seguridad se desarrolla sobre todo en las inmediaciones del edificio de Protocolo de la Aviación General– en este lugar se concentra la mayor cantidad de efectivos- motorizados de la Policía Nacional recorren la E35 para asegurarse que no existan vehículos estacionados al borde de la vía.
El oficial John Balseca señaló que frente al edificio de protocolo se estableció una zona, detrás de un vallas, para que se ubiquen las personas que quieran darle la bienvenida al Sumo Pontífice. Quienes lleguen hasta el aeropuerto pueden dejar sus vehículos únicamente en los parqueaderos del mismo.