La canciller alemana Angela Merkel, también líder del partido conservador de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) (izq) y Martin Schulz, líder del SPD socialdemócrata de Alemania Partido y candidato a Canciller (der). Foto: AFP
Por un lado, la impasible canciller Angela Merkel, por otro, su entusiasta rival, Martin Schulz. El duelo televisado del domingo (3 de septiembre) en Alemania será un enfrentamiento de personalidades y la última carta para el socialdemócrata antes de las elecciones.
“Su última oportunidad” para darle la vuelta a la tendencia negativa antes de las legislativas del 24 de septiembre, resume esta semana el diario Handelsblatt con respecto al presidente de los socialdemócratas del SPD.
Encuesta tras encuesta, los socialdemócratas siguen unos quince puntos distanciados de los conservadores de la canciller, para la que todo parece presagiar un cuarto mandato y un récord de longevidad en el poder en la Alemania de posguerra.
“Lo más importante para nosotros es recuperar el tiempo perdido y el duelo del domingo jugará un papel importante”, reconoce uno de los dirigentes del SPD, Thomas Oppermann.
20 millones de telespectadores
El duelo de una hora y media transmitido por la noche en las cuatro grandes cadenas de televisión será el único de la campaña y deberá ser visto al menos por 20 millones de personas, un tercio del electorado.
Frente a la racional Angela Merkel, de 63 años, hija de un pastor protestante de la RDA, el formato televisado parece más adecuado para el carácter locuaz del ex presidente del Parlamento Europeo, dos años menor. Nacido en la Alemania occidental católica, le gusta presentarse como “hombre del pueblo” jovial y recordar que es un alcohólico arrepentido que comenzó su carrera como librero.
“El duelo televisado como la espontaneidad y la elocuencia, no son realmente las cualidades de Merkel, que parece un poco antipática. Schulz podría beneficiarse”, señala el jefe del instituto Forsa, Manfred Güllner.
¿Es por esto que la canciller insistió en no cambiar el formato del debate y rechazó propuestas de las cadenas que querían hacerlo más vivo?
La Federación de Periodistas alemanes mostró en todo caso su “sorpresa” de ver que Merkel “quiera dictar de manera evidente a las cadenas la dirección del duelo televisado”.
El redactor jefe de la cadena pública ZDF reconoció el viernes que la canciller había amenazado con no participar si se rechazaban sus condiciones.
La oposición de estilo, y de posición en la campaña, no podría en todo caso ser más marcada.
Schulz al ataque
Martin Schulz “lo apuesta todo al ataque”, considera Die Zeit. Esta estrategia, ya la emprendió estas últimas semanas, sin subir en las encuestas.
Hasta llegó a acusar a la canciller de “atentar contra la democracia” esquivando el debate y contentándose con sus logros.
“Schulz debe ser vivo y apasionado durante el debate pero deberá tener cuidado con no atacar demasiado a Merkel, sobre todo personalmente. Los alemanes no quieren eso”, advierte Oskar Niedermayer, politólogo en la Universidad Libre de Berlín.
La canciller sigue fiel a su estrategia: capear el temporal, hacer frente a las dificultades y apostar por su balance desde su llegada al poder en 2005, con una tasa de desempleo históricamente baja.
La cuestión de la inmigración, que la debilitó como nunca tras la llegada de más de un millón de demandantes de asilo en 2015 y 2016, pasó a un segundo plano para los electores.
Angela Merkel sabe que tranquiliza a buena parte de la opinión preocupada por el auge del populismo en el mundo, el Brexit y la llegada al poder de Donald Trump en Estados Unidos.
Según un sondeo, el 64% de los alemanes piensa que ganará el duelo del domingo.