Rusia, Reuters
El presidente ruso, Dmitri Medvedev, realizó el jueves una visita sorpresa a la región de Daguestán en el Cáucaso Norte y dijo que Rusia debe destruir a quienes estuvieron detrás de varios ataques suicidas con bomba que incluyen uno al metro de Moscú.
La violencia en Moscú y en la región del Cáucaso Norte esta semana provocó la muerte de más de 50 personas, propagando el temor en las ciudades rusas de una pujante militancia islamista.
“Debemos dar golpes profundos a los terroristas, destruirlos a ellos y a sus guaridas”, dijo Medvedev en una reunión de jefes de seguridad y líderes regionales en la capital de Daguestán, Makhachkala, en comentarios transmitidos repetidamente en la televisión.
“Hemos arrancado las cabezas de los bandidos más infames, pero parece que esto no fue suficiente. A su debido tiempo los vamos a encontrar y los vamos a castigar a todos, tal como hicimos con los anteriores. Sólo actuaremos de esta forma”, aseguró.
Además dijo que el Ministerio de Interior y el Servicio Federal de Seguridad deberían reforzarse para lidiar con el desafío. Los dichos de Medvedev, un día después de que los atacantes provocaron la muerte de 12 personas en ataques en una ciudad de Daguestán, marcaron un endurecimiento de la retórica del jefe del Kremlin sobre cómo lidiar con la insurgencia, a pesar de que entregó pocos detalles.
Los ataques suicidas con bomba en Moscú y Daguestán ocurrieron luego de un aumento de la violencia en el Cáucaso, una década después de que el Kremlin luchó la segunda de dos guerras en contra de separatistas chechenos, desde la caída de la Unión Soviética en 1991.
En noviembre pasado, un ataque con bomba adjudicado al líder rebelde checheno Doku Umarov, descarriló al tren de alta velocidad Nevsky Express en su trayecto entre Moscú y San Petersburgo, causando la muerte de al menos 26 personas.
Umarov expresó en un video subido al sitio web rebelde www.kavkazcenter.com, que él ordenó los ataques en Moscú en venganza a las políticas del primer ministro Vladimir Putin en el Cáucaso Norte, que es mayoritariamente musulmán. Además amenazó con más ataques en otras ciudades rusas.
El jefe del Servicio Federal de Seguridad, Alexander Bortnikov, dijo que los últimos ataques fueron realizados por grupos militantes vinculados con el Cáucaso Norte y que los sospechosos fueron detenidos, pero no entregó más información.